Diario de Ibiza

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Esteban Morelle

La necesidad de poner límites en las islas

«Tenemos una situación de emergencia en el presente,

en la que debían haberse adoptado medidas más eficaces

y eficientes en el pasado»

Que todavía existan individuos que nieguen la emergencia climática tan solo evidencia, una vez más, que queda mucho trabajo por hacer. Éste debe comprender diversas áreas y escalar, desde los ámbitos educativos hasta los sectores productivos, se trata de un trabajo multinivel. Nos encontramos nuevamente en la temporada estival, tan ansiada por muchos y necesitada por otros, donde nuevamente presenciamos cómo las pitiusas, siendo un territorio de gran vulnerabilidad frente a las consecuencias climáticas, continúan recibiendo un nivel de presión antrópica que puede poner en peligro a los ecosistemas de las islas.

Los daños ambientales no son únicamente aquellas agresiones, infracciones administrativas o penales, que afectan a la naturaleza, tal como afirma el profesor Fuentes Osorio (2021), cualquier actividad humana contamina, es una evidencia y esa contaminación ya supone una huella sobre la propia naturaleza. Esto no supondría ningún riesgo en circunstancias normales pero no podemos obviar que estamos ante una situación de emergencia planetaria. Las temperaturas que se esperan para 2050 han sido registradas durante estas semanas, nuevamente se han batido récords de emisiones de dióxido de carbono en este mes y, para colmo, leemos que se quieren relajar las medidas para limitar las emisiones.

Tal como indicaba, nuestra especie, la más evolucionada, la más inteligente... La evidencia científica está ahí, los mecanismos jurídicos de protección ambiental deben ser rigurosos y eficaces, de nada sirve incluir nuevos delitos -medida que algunos apuntan- ni tampoco anunciar estudiar limitar la entrada de vehículos en un archipiélago. Pues se refieren a medidas de futuro, sin embargo, tenemos una situación de emergencia en el presente, en la que debían haberse adoptado medidas más eficaces y eficientes en el pasado.

Los límites debían haberse implantado hace bastante tiempo y en especial en las islas. Ya en 2009, se evidenció la existencia de ciertos umbrales que en caso de traspasarlos las consecuencias serían catastróficas, son los conocidos como límites planetarios (Rockström, 2009). El cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, los ciclos biogeoquímicos (fósforo y nitrógeno), la acidificación de mares, son sólo algunos de estos límites. Quien piense que esto no va con nosotros o que supone una cuestión de futuro está muy equivocado/a siguiendo la evidencia científica, desde hace mucho tiempo deberíamos haber iniciado esa transición ecológica.

Las distintas administraciones públicas existentes en nuestras islas deben adoptar todas las medidas necesarias, tanto de adaptación como de mitigación, pues el nivel de presión ambiental que genera la explotación turística es una de las problemáticas que se han anunciado como un problema del presente (Valladares, 2022).

El debate sobre temas considerados tabú, no hace tanto tiempo, como el decrecimiento o la limitación de vehículos en una isla, son una cuestión que hoy en día únicamente debemos preguntarnos si pese a la adopción de estas medidas no será demasiado tarde. Por ello, urge incrementar las medidas de control a vehículos contaminantes en las islas; transformar nuestros municipios para la ciudadanía, donde se prioricen parques con elementos naturales así como la implantación de un sistema de movilidad sostenible a nivel insular, son sólo algunos ejemplos de medidas que ya deberían haberse implantado.

Esteban Morelle Hungría | Doctor en Derecho ambiental y sostenibilidad

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