La campaña dirigida a jóvenes turistas británicos que van a veranear en Sant Antoni, Platja de Palma y Magaluf, impulsada por el Govern balear y el Gobierno británico, ha indignado a la Federación Hotelera de las Pitiusas, el Consell de Ibiza y el Ayuntamiento de Sant Antoni, cuyos representantes no acudieron al acto de presentación que se celebró el miércoles en un hostal de la localidad. El Govern balear no informó previamente sobre el contenido de la campaña ni a los hoteleros ni al Consell ni al Consistorio, que consideran que los mensajes desprestigian al destino turístico. La campaña se enmarca en una que el Gobierno británico lanzó en 2019 bajo el lema ‘Stick with your mates’ (quédate con tus amigos), dirigida a los jóvenes que veranean en España, con el fin de que eviten situaciones de riesgo para ellos mismos (borracheras, caídas de balcones, quedarse solos en la calle cuando salen de juerga, etc).

Detrás de esta campaña hay una buena intención y su finalidad es positiva, pues advierte a los británicos de las consecuencias del turismo de excesos, pero cuando esos consejos se relacionan con un destino concreto, como Sant Antoni, entonces el efecto es demoledor para la imagen de ese lugar. Si la campaña hubiera sido genérica, sin ligarla a una localidad determinada, nada que objetar, pero en cuanto se identifica con un destino como Sant Antoni, lo que se consigue es acentuar -con dinero público para más inri- el estigma que arrastra la población, que la vincula al turismo de borrachera y la delincuencia; se trata una imagen que encaja más con las últimas décadas del siglo pasado y los primeros años de este que con la realidad actual, y que echa por tierra todos los esfuerzos de las instituciones públicas y las entidades privadas de los últimos años para atraer otro tipo de turismo, modernizar la oferta y promocionar los numerosos atractivos del municipio.

Lo que en todo caso hay que remarcar a los turistas, a todos los que llegan a nuestra isla, es la necesidad de que tengan un comportamiento respetuoso durante sus vacaciones, pues el vandalismo de algunos no es tolerable en ningún lugar. Tanto los empresarios ibicencos como el Consell o el Ayuntamiento están comprometidos contra el turismo de borrachera, que es una lacra para la isla, y apoyan la normativa de Balears para impedirlo.

Es un error que el Govern balear no haya contado con los hoteleros pitiusos y con las instituciones directamente implicadas -el Consell, que tiene las competencias de promoción turística, y el Ayuntamiento de Sant Antoni- para consensuar y diseñar una campaña de este tipo. Llueve además sobre mojado, porque en 2014 otra campaña similar ya provocó la indignación generalizada porque desprestigiaba la imagen de Sant Antoni, hasta el punto que acabó retirándose. De nuevo, la gestión autista de algunos responsables del Govern balear ignora la sensibilidad y las opiniones de quienes están directamente afectados en Ibiza por las decisiones que impone.

Sólo así puede explicarse también la metedura de pata de convocar un acto como el del miércoles pasado para informar de una decisión tomada en Palma que nadie comparte en Ibiza; en estas circunstancias, no le debería extrañar al Govern la ausencia de hoteleros e instituciones locales en un acto al que sí asistieron el secretario de Estado de Turismo y el embajador del Reino Unido, pero que estuvo marcado por el boicot local.

Habría que preguntarse si el Govern organizará un acto similar en Palma para presentar esta campaña que advierte sobre la inseguridad y los riesgos de ir a tres destinos concretos de Balears, y si al Consell y los hoteleros de Mallorca y al Ayuntamiento de Palma les haría gracia la idea. Curiosamente, en la página de Facebook de ‘Stick with your friends’ no se cita a la Platja de Palma (s’Arenal), pero sí a Sant Antoni y Magaluf: «¿Viajas a San Antonio o Magaluf este verano? Quédate con tus amigos y mantente a salvo».

Por otra parte, no hay que olvidar que una campaña que desprestigie a Sant Antoni se extiende automáticamente al conjunto de la isla, pues afecta a la marca internacional que es Ibiza. Se habla de la isla, no de una localidad, como se observa en medios españoles, que han titulado estos días: «Campaña contra los excesos de Ibiza».

El Govern haría bien en reflexionar sobre las consecuencias de la campaña que ha lanzado con el Gobierno británico sin contar con las instituciones y empresarios ibicencos, asumir el error y rectificar cuanto antes. Aún está a tiempo.

DIARIO DE IBIZA