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valentin villagrasa

Desde la Mola

Valentín Villagrasa

El ciudadano 'fondo'

Este artículo comenzó a escribirse un domingo al final de una comida en un restaurante de playa de esta isla. Un ciudadano afincado en Formentera a finales de los 60 (cuando todavía muchas casas se iluminaban con un candil, cuentan los historiadores). Se despidió, de una parte, de la concurrencia, con una frase llena de ingenio (a mi juicio) y que venía a resumir la situación creada por la concesión de los quioscos de playa: «Hasta pronto, el fondo se va». Hemos asistido desde el Jueves Santo hasta el pasado jueves de sorpresa a un seguido de dimes, diretes, informaciones en medios de comunicación de otras latitudes, notas de prensa de Gent per Formentera, de la Pimef, la reflexión de Joan Vicente Bonet (acertadas esta dos últimas), filtraciones interesadas, etc; hasta crear un clima de frustración ante una supuesta pérdida de identidad de la isla como tal y un trasvase de la titularidad del negocio turístico a manos de fondos de inversión, ‘pachás’ o ‘nandus’ como si todo fuera el principio del apocalipsis. A muchos (yo entre ellos) nos ‘jode’ que pasado mañana no esté Manoli haciendo una hamburguesa en el Bartolo, o no suene a las nueve y media de la mañana una canción de ‘la más grande’ cuando pasas por el Pirata Bus camino de la playa de Migjorn. Es un sentimiento unánime entre la ciudadanía de la isla. Incluso, me sale decirlo, miraría con buenos ojos una ‘cacicada’ que nos devolviera esa situación. Pero la realidad se impone a los sueños particulares de cada uno de nosotros. La tentación de instalarse en la ‘demagogia emocional’ no es fácil de controlar, y más cuando se juega con sentimientos extremadamente próximos (la naturaleza humana suele ser conservadora) frente a un racionalismo que no suele confundir el deseo con la legislación vigente. Es la tiranía del sentimiento. Esa que nos lleva a confundir a ciudadanos de la isla, incluso a vecinos con ‘fondos de inversión’ con sede en Wall Street (permítanme esta boutade) que en nada concuerda con la realidad de la titularidad de esas concesiones.

¿Alguien duda de la partida de nacimiento de Juanjo (por poner un ejemplo), la insularidad de Ángel (pese a haber nacido en la península) y otros con pedigrí en el mundo de la hostelería de la isla? Pidamos al Consell para que vele por conservar el espíritu del ‘Bartolito’ en esta nueva etapa de los chiringuitos y a sus titulares que conecten su proyecto al deseo común de los ciudadanos de Formentera.

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