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Sturmabteilung

Llegaron las tropas de asalto a Punta Arabí y les hicimos la ola. Así están las cosas. Me alegro por los vecinos que, por fin, podrán tener un poco de paz. Vivo en un residencial parecido y me puedo poner fácilmente en su piel. Hay una ley, la 5/2018 de Enjuiciamiento Civil, que permite que con un auto judicial se desaloje a los okupas en un plazo de cinco días, pero algunos han preferido aplaudir a estos matones. Curiosamente, ninguno de estos cabezas rapadas apareció para ayudar a la Policía Local de Sant Josep a entrar en la finca de Casa Lola, donde la ínclita Paquita Sánchez hace años que se burla de la legalidad. Jamás ninguno de estos sicarios le tocará el pelo a un poderoso, no se preocupen. La moraleja que nos deja esta historia es siniestra. Si la aplicación de la ley no funciona, hay dos opciones: o te aguantas, o contratas a unos sicarios, si es que tienes el dinero y la impunidad para hacerlo. El precedente abre la puerta a situaciones inquietantes, porque si es tan fácil comprar la impunidad pronto veremos a los desokupa de turno en otras tareas como reventar huelgas, amedrentar funcionarios o liquidar ajustes de cuentas. La ley de la selva, que es la que parecen defender algunos atildados concejales impecablemente vestidos.

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