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Prostitución

Todo es inmenso en la obra ‘Prostitución’ (TNC). El realismo, la potencia del texto, la mirada poliédrica, el trabajo de Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste, el montaje vibrante… La obra dirigida por Andrés Lima (autor también junto a Albert Boronat) entremezcla varios géneros, entre ellos el periodístico, y se erige sobre un poso de verdad que impregna al espectador. La ficción y la realidad caminan de la mano y obran el milagro. Durante poco más de dos horas asistimos a un intenso debate sobre las múltiples caras de la prostitución. 135 minutos en los que callamos, sentimos, pensamos y nos empapamos del, también inmenso, negocio invisible.

La grandeza de la obra es mucha, pero más allá de la dramaturgia, el auténtico prodigio es el de poder asistir a un diálogo sobre la prostitución sin quedarnos trabados ante la primera verdad absoluta pronunciada por alguien tan, tan seguro de sus convicciones que invalida cualquier posibilidad de debate. Un debate en el que, a través de las actrices, se escuchan las voces de las verdaderas implicadas, su dolor, sus esperanzas, su conformismo o sus luchas. Al menos, aún quedan lugares donde es posible la reflexión y el respeto a la opinión ajena.

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