Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lucía Perán Alcázar

Siglo XXI

Hay días en los que te despiertas con una sonrisa placentera que ilumina toda la habitación. Hoy ha pasado y eso que estaba lloviendo. El sol al entrar por la ventana no ha sido lo que ha hecho darme cuenta de que ya es otro día. Ha sido mi locutor de radio. Ese señor al que maldigo cada mañana cuando con su voz, a modo de despertador, me llama camastrona y me obliga a levantarme de la cama, pero hoy ha sido diferente. Al interrumpir mi sueño, en lugar de recordar su casta he sonreído. Al principio no he sabido qué era lo que me hacía estar en un estado de felicidad tan sublime, pero pasados esos segundos de despereza, y una vez que mi mente ha encajado sus parcelas en el cerebro he recordado la causa de mi estado anímico: los chicos van a continuar estudiando los números romanos. ¡Dios, qué felicidad más inmensa! ¡Creí que los perdíamos! Ya solo me queda estar agradecida, por tanto bien, durante todo el día. Gracias, un millón de gracias… Es justo lo que necesitaban nuestros futuros ingenieros, médicos, abogados y psicólogos. De lo contrario, qué habría sido de la esperanza de esta sociedad. A por el siglo XXII.

Compartir el artículo

stats