Ahí ha dormido alguna persona sin hogar pero las lluvias de este otoño y el frío la han acabado, al parecer, por expulsar también de esa mísera ‘cama’. El colchón está discretamente colocado en un saliente pegado a la muralla junto a la plaza de sa Tarongeta, donde lleva unas semanas, y casi ni se ve a pie de calle.
El álbum