Diario de Ibiza

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valentin villagrasa

Desde la Mola

Valentín Villagrasa

Fiebre del sábado noche

Desconozco a estas alturas de la temporada si las previsiones son buenas o muy buenas. Pero el sábado fue ‘de gloria’ por el ascenso del Formentera a esa Segunda recién inventada y que nos transporta a una ilusión colectiva en un año difícil en lo deportivo y en lo económico para el futbol de la isla. Ese sábado se me ocurrió ir a cenar hasta San Fernando y salir de otros circuitos gastronómicos (haberlos y buenos, hayos). Redescubrir la feria artesanal, muy interesante, por cierto. Probar en alguno de los restaurantes de la zona, todos con nombre y apellidos, con ofertas para todos los gustos y precios. El primer indicativo de la noche fue la dificultad para aparcar. Qué raro, pensé en mi ignorancia. Llegué hasta un camino sin salida al que no tenía el gusto de conocer. Mientras resolvía la dificultad observé Can Forn hasta las trancas, sa Garrafa, también... debe ser normal. Recuperada la zona conocida, con don Churro a mi derecha encontré donde aparcar y sin respiro, ya eran casi las once y no era cosa de distraerse o a la cama sin cenar (hay que cerrar a las doce).

Por fin la feria a la vista y allí la multitud. El primer pensamiento fue ¿a quién se le ha ocurrido venir hasta aquí? Cola en Macondo (no es novedad). Alguien controla que el orden de llegada y reserva se cumpla. Paciencia amigo que enseguida le toca, son cosas del éxito. Me da que hoy no va de pizza…La esperanza se traslada hasta el Abellán. Más de lo mismo… oteo el horizonte más inmediato y la expectativa es casi tan negativa como la anterior… menos mal que una cara conocida y con el café ya en la mesa hace un gesto en positivo, ‘ya nos vamos’. Estamos de suerte, a menos que alguien siga esperando su turno. Charla intrascendente sobre el llenazo y enseguida el bueno de Joan nos coloca dentro… no estamos para escoger lugar vip. Con cenar bien (eso está asegurado) nos basta. Sentados en la mesa uno empieza a pensar que la fiebre del sábado noche es un indicativo de futuro. Si hoy estamos así, imagínense cuando llegue el verano… San Juan y las vacaciones generalizadas de julio y agosto. Con o sin ingleses, la tónica es que Formentera se ha convertido en destino preferido de ciudadanos de la propia Balears, de la península y otros países con acreditado gusto a la hora de elegir destino. A las doce en punto, sin postre, las luces se apagan y surge la pregunta: ¿Y ahora qué? ¿botellón? No les parece contradictorio. A mí sí.

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