En una ventana ubicada en la Torre del Canónigo, había el viernes tres novelas románticas a disposición de cualquiera que quisiera tomarlas, una iniciativa propia del ‘Bookcrossing’, que consiste en dejar libros en lugares públicos para que los recojan otros lectores, de quienes, al menos en el BC, se espera que después hagan lo mismo.
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El álbum