¿Es mala la inestabilidad política? Siendo realistas, si hay estabilidad en la política económica todo lo demás puede ser inestable. En una entrevista Andreu Mas-Colell hace algunos vaticinios sobre el Gobierno catalán, que según él se basará en la geometría variable, y me doy cuenta del triunfo del modelo de Pedro Sánchez, con un núcleo duro, unas alas (dentro o fuera del Gobierno) en las que apoyarse según para qué y una orla aún más fluida y mudable de abstencionistas. Gracias al modelo hay un Gobierno, unos presupuestos y van saliendo algunas leyes. La legión de críticos del sanchismo, con la que algunas veces estoy de acuerdo (geometría variable) le reprocha ausencia de convicciones, oportunismo, falta de escrúpulos para el pacto y poca fiabilidad. Vale, pero ¿esa fluidificación de la política –más que inestabilidad, pues hay gobierno y cuentas– es mala si da resultados?
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