El parón en la recogida de alimentos que ha obligado al Govern a rescatar a Cruz Roja y al Banco de Alimentos de Balears con 300.000 euros, una ayuda de emergencia por el pinchazo en las campañas de recolecta virtuales que se están haciendo con escaso éxito. Ambas entidades han detectado un número creciente de personas con un trabajo que necesitan comida para subsistir. Cada día son más los empleados con sueldos bajos o trabajos precarios que no consiguen llegar a fin de mes en las islas. El problema amenaza con hacerse aún mayor a partir de enero, cuando se prevé que más trabajadores pierdan su empleo y pasen a engrosar las ya interminables listas del paro.

Que el oleaje haya derribado de nuevo varios metros de la barandilla del paseo marítimo de Santa Eulària, mientras el Ayuntamiento continúa esperando el permiso de Costas que solicitó el pasado mes de julio para poder acometer las obras que solucionarían este problema, que se repite cada vez que un temporal azota la costa.