La playa de Cala Nova ofrece un espectáculo de colores cada día al rayar el alba. La arena blanca, bañada en fuego, y los destellos naranjas, amarillos y rojos del cielo, como si el horizonte fuera a comenzar a arder en unos instantes, alcanzan su máximo esplendor justo antes de dar la bienvenida al astro rey.