La voluntad y el empuje de un grupo de médicos del Hospital Can Misses que, ante la falta de opciones razonables para comprar una vivienda en la isla, se han constituido en una cooperativa, han comprado un terreno y están construyendo sus propias casas en Sant Antoni, cerca de Cala Salada. Este hecho viene a recordar que hay muchos facultativos, y también otros profesionales, que quieren quedarse en Ibiza, pero que no pueden hacerlo por el problema de la vivienda. Además las están construyendo de forma respetuosa con el medio ambiente. Un gran ejemplo.

Que hasta los propios socios del pacto del Govern, Més, le hayan reprochado a la presidenta Francina Armengol su conducta en su salida nosturna del 6 de octubre. Las disculpas de Armengol, más por que haya trascendido que por el hecho en sí, no le han parecido suficientes ni a los diputados de Més, que apoyan a su Ejecutivo, ni a buena parte de la ciudadanía, que es a quien la presidenta debería pedir perdón en este caso.