Esperanza. Futuro. Una luz. Eso es lo que quiere transmitir Pilar Ruiz, escritora, viajera, fotógrafa, experta en comunicación, en eventos, en otras mil cosas, a mujeres que se encuentran en el infierno en el que ella permaneció cinco años, de los 15 a los 20. Hasta que la sacaron de allí, y la alejaron de aquel marido maltratador y sádico, a punto de convertirse en asesino. También Charo Jurado envía ese mensaje a las mujeres que sufren en silencio la violencia de sus parejas. «Que no callen más, que hablen», afirma sin pensarlo, después de 35 años de palizas. Huyó antes de que él la matara, y acabó en la calle, que si ya es inhóspita para los hombres, para las mujeres lo es infinitamente más. Invisibles entre las invisibles. Charo es ahora actriz de la compañía de teatro sevillana Mujereando, vive en un piso con otras mujeres y es otra historia de después, de que hay otra vida posible, y mucho mejor, lejos del agresor. Pero para ello es necesario que los demás no miremos a otro lado, porque sin ayuda, sin una mano a la que poder aferrarse, el camino para retomar las riendas de tu vida es muchísimo más difícil. O imposible. «Meteos donde no os llaman», nos apremia la hija de Pilar. No lo dudemos.