Sant Carles de Peralta es, mientras dura el verano, un lugar de paso o cruce de caminos hacia un interminable rosario de calas y arenales, es Canal d´en Martí, Pou des Lleó, es Figueral, Cala Llenya, Cala Mastella, Cala Nova, Cala de Boix, s´Aigua Blanca o la Cala de Sant Vicent. El pueblo crece, pero lo hace con moderación y pasa por ser, junto al espectacular y poco conocido Vall de Morna, un rincón que conserva la antigua calma de la isla, aquel tiempo sin tiempo que en muchos otros lugares ya es solo memoria. Los turistas que siguen las indicaciones de las guías de turno, más que a Sant Carles, acuden al mercadillo supuestamente hippie de Las Dalias, pero el pequeño pueblo nos ofrece todos los veranos un evento que deja huella, que no se publicita como se merece y que, en todo caso, disfrutan un nutrido grupo de residentes, vecinos y amantes de la música que acuden a la cita desde todos los rincones de la isla.

Precisamente hoy, viernes, 4 de septiembre, se clausura a las 10 de la noche el XXI Festival Internacional de Música de Ibiza que tiene como presidenta de honor a la princesa Irene de Grecia y que, como todos los años, incluye el Concurso Internacional de Piano de Ibiza, en el que intervienen 58 concursantes jóvenes de 17 nacionalidades. El Festival nos ha ofrecido en los días que han pasado brillantes interpretaciones de Bartomeu Veny (órgano), Joshua Weelink (guitarra), Teresa Albero (soprano) y Juan Carlos Vázquez, Mary Wu, Matyás Novák y Giovanni Doria Miglietta (piano). Coincidiendo con el plenilunio de agosto, Peralta ha vivido unas noches mágicas con las músicas de Vivaldi, Bach, Mendelssohn, Britten, Tchaikovsky, Strauss, Poulenc, Satie, Rossini, Granados, Chopin, Brahms, Liszt, Ravel y Saint-Saëns. Un auténtico lujo que para muchos ha sido un prodigioso cierre de vacaciones en una Ibiza que, afortunadamente, no es sólo un destino de sol y playa.

Mi más cordial felicitación a la familia Ferrer por su tenacidad en la organización y, por supuesto, al Jurado, muy especialmente a su presidente, George Hadjinikos. Gracias a todos.