Investigación

El fiscal general se defiende y asegura que desconocía el primer informe sobre la imputación de Puigdemont en Tsunami

García Ortiz ha calificado las filtraciones de "traición a la privacidad y el compañerismo" y se ha defendido de las acusaciones que le achacaban presiones a sus subordinados

El fiscal general del Estado, sorprendido por las revelaciones de Viada sobre las deliberaciones de la Junta de Fiscales

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Carlota Camps

Las tensiones generadas dentro de la Fiscalía por la posible imputación del expresident Carles Puigdemont por terrorismo en el caso de Tsunami Democràtic han coincidido con la visita del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a Barcelona, donde tenía previsto desde hace semanas reunirse con la cúpula del ministerio fiscal en Cataluña. Antes de empezar la reunión, celebrada en la Ciudad de la Justicia, García Ortiz ha aprovechado para salir al paso de las críticas y filtraciones de los últimos días, y para defenderse de las acusaciones que le achacaban presiones a sus subordinados para evitar esta imputación.

En declaraciones a la prensa, ha calificado de "normalidad" las diferencias de criterios de los fiscales en este caso y ha pedido "dejar trabajar en paz" y evitar las filtraciones, que ha calificado como una "traición a la privacidad y al compañerismo". Así, ha negado haber influido al fiscal Álvaro Redondo, encargado de elaborar la ponencia sobre la exposición del juez Manuel García-Castellón, para modificar su criterio y ha asegurado múltiples veces que ignoraba la existencia de un borrado anterior del mismo Redondo diferente al que finalmente se le entregó y presentó.

En este sentido, ha asegurado que los documentos de trabajo pertenecen a la "abosluta privacidad" y ha avisado de que en el entorno laboral no puede haber desconfianzas, ni se puede "tener que vigilar" con quién se habla. Por todo ello, ha pedido que se permitan "espacio de trabajo" en condiciones y sin presiones externas. "Si nosotros mismos no nos cuidamos, estamos en el camino equivocado", ha señalado García Ortiz, recordando que si los fiscales piden a los políticos poder trabajar de forma independiente, deben actuar con las mismas exigencias entre compañeros.

Guerra entre fiscales por el delito de "terrorismo"

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Sin decisión sobre Puigdemont

Este ha sido el primer pronunciamiento público de García Ortiz después de que este miércoles un total de 12 de los 15 fiscales del Tribunal Supremo apreciaran indicios de terrorismo y que 11 de ellos consideran que son suficientes para imputar a Puigdemont y al diputado del Parlament Ruben Wagensberg. Sobre ello, García Ortiz ha asegurado que es habitual que haya diferencias de criterio, pero ha considerado "anómalas" y "sorprendentes" las filtraciones sobre las deliberaciones, y ha pedido "dejar trabajar" a la teniente fiscal del Tribunal Supremo, María Ángeles Sánchez Conde, que es quién acabará decidiendo la posición final de la Fiscalía. "Tenemos una discrepancia que debe resolver la jerarquía", ha añadido, dejando claro que aún no hay ninguna decisión tomada al respecto.

También ha descartado dar su opinión, a preguntas de los periodistas, sobre las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que la semana pasada descartó el delito de terrorismo en el caso de Tsunami. "El fiscal no está para opinar, está para trabajar con tranquilidad", ha remachado. Finalmente, ha explicado que la Fiscalía Superior de Catalunya está recopilando información de todas las fiscalías provinciales para hacer un recuento exhaustivo de cuántas causas serían susceptibles de quedar amparadas por la ley de amnistía, por lo que ha rehuido dar aún una cifra aproximada. "Es un proceso más complicado de lo que puede parecer. Tenemos que hacer un conteo manual", ha argumentado, asegurando que no es tan fácil como "darle al botón".