Sin regulación

La política cae en sus redes: lo que dicen los expertos de cómo usan internet los mandatarios del país

Sociólogos asturianos ven "superficial" que un ministro haga bloqueos en internet o que Moncloa emita actos privados del Presidente, pero admiten un "vacío legal"

Pedro Sánchez durante la presentación de su último libro "Tierra firme".

Pedro Sánchez durante la presentación de su último libro "Tierra firme". / José Luis Roca

Xuan Fernández

Dos hechos aparentemente aislados e independientes avivan en los últimos días el ya de por sí crispado ambiente político: un ministro del Gobierno, Óscar Puente, bloqueando a adversarios políticos y usuarios de la red social X –antiguamente Twitter– y el canal oficial de La Moncloa retransmitiendo en vivo y en directo con todos sus medios la presentación de 'Tierra Firme' (Península), el último libro de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. La oposición trina. Tilda al ministro de Transportes de "macarra" y carga contra el líder del Ejecutivo por utilizar una canal institucional con "fines partidistas y propagandísticos". El límite político en las redes y si un representante público es libre o no de hacer en internet lo que le venga en gana, como censurar opiniones divergentes, aunque sean insultos, es difuso. Hay opiniones diversas y los expertos en redes, sociólogos y politólogos, dudan entre ellos. Sí hay certezas claras.

La primera: no hay regulación alguna, ni en la ley ni en ningún protocolo, que delimite qué pueda hacer en una red social una persona que vive de un sueldo público. La segunda, en la que coinciden todos los consultados, es que la política cada vez está más viciada del "infantilismo" y la "superficialidad" de las redes, que busca mensajes rápidos y eficaces para llegar a las masas, pero con pocos matices y sin ninguna profundidad para la reflexión. "La red social X, que antes se llamaba Twitter, tiene más de quince años y seguimos sin ningún tipo de regulación o control. Hay que partir desde la premisa que todo el mundo puede tener una red social amparándose en el anonimato", explica Jacobo Blanco, decano del Colegio Asturiano de Ciencia Política y Sociología, que da una clave sobre la relación entre políticos y redes sociales. "En internet se establece un sistema transversal, en el que la gente se comunica entre sí y también con el poder. Nos pasa en Asturias, ya que nuestro Presidente (Adrián Barbón) es muy pródigo en las redes. Pero lo que nos estamos encontrando es que muchos políticos pretenden utilizar las redes de forma vertical, teniendo todas las ventajas jerárquicas, sin caer en el riesgo de que no te puedan contestar. La censura no debería estar permitida, en el sueldo de un político está que la critiquen", incide Blanco, censurando la postura de Óscar Puente, que a raíz de la crisis de los Cercanías bloqueó a varios cargos del PP, incluido al propio Alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida.

Pantallazo del bloqueo de Óscar Puente a Borja Carabante, segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid.

Pantallazo del bloqueo de Óscar Puente a Borja Carabante, segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid. / LNE

Tampoco comparte este experto que la cuenta oficial de La Moncloa retransmita la presentación de un libro del Presidente. "Es raro, claramente hay una mezcla entre lo público y lo privado que lleva a confusión, porque estamos hablando de propaganda política y no de información útil al ciudadano. Pero lo que sería interesante es algún tipo de regulación sobre las redes, que hasta ahora no ha tenido lugar", opina.

Guille Rodríguez, experto asturiano en redes sociales, premio al mejor profesional de marketing en Asturias, opina que un político debe aguantar las críticas que recibe, aunque no las comparta. "Su obligación es escuchar y la crítica es incluso necesaria en una democracia, aunque tiene que haber un límite, que es el insulto. Lo que pasa es que en las redes somos menos reflexivos de lo que nos gustaría ser y tendemos a llevarnos por emociones, y no por razonamientos", cree el asturiano. "A los políticos les interesa estar en las redes porque son herramientas claves para dañar al rival, y algunas son muy propicias para enfangarse, creando debates que están hechos solo para gente de su mundo, y alejados de lo que demandan los ciudadanos".

Los expertos también coinciden en otro matiz a tener en cuenta: "Las redes sociales no son la vida real", aseguran. Según los datos oficiales, X tiene con más de 4 millones de usuarios en España, lo que supone algo menos del 9 por ciento de la población. "No es algo representativo", coinciden Rodríguez y Jacobo Blanco.

Hans Peter van den Broek, profesor de Sociología de la Universidad de Oviedo, duda por su parte que el uso de las redes sociales se pueda regular. "Entraríamos en el marco de la libertad de expresión y sería complicado. En el caso de la polémica de Óscar Puente lo que creo que pasa es que no se ha acostumbrado a su nueva función. Como persona privada, puede tener tus preferencias, filias y fobias, pero siendo un Ministro la cosa cambia", asegura este sociólogo, que en cambio resta importancia que el perfil institucional de La Moncloa emita actos del Presidente. «No entendí muy bien ese revuelo y no me parece excesivamente mal», asegura. Y lo argumenta: "Hoy en día los políticos comunican sus actos a través de todas las plataformas y las redes sociales han invadido la esfera política. Es complicado poner puertas al campo y no me parece mal que la Moncloa o Sánchez utilicen sus redes para un libro. Eso también se hace en otros países", insiste el holandés Van den Broek sobre los políticos, que de una u otra forma, caen en la redes.

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