Camino hacia el 23J

Mapas | Sánchez y Feijóo se la juegan en Andalucía y Cataluña con la incógnita de Extremadura

Mapas | Sánchez y Feijóo se la juegan en Andalucía y Cataluña con la incógnita de Extremadura.

Mapas | Sánchez y Feijóo se la juegan en Andalucía y Cataluña con la incógnita de Extremadura.

Pilar Santos / Juan Ruiz Sierra

El PSOE reconoce que es muy difícil, casi imposible, ser la fuerza más votada y quedar por delante del PP en las elecciones generales del próximo 23 de julioCon el electorado de derechas mucho más movilizado ahora mismo que el progresista, y con los populares habiendo engullido casi por completo al antiguo votante de Ciudadanos, que no se presentará a los inminentes comicios, las esperanzas de los socialistas están depositadas en movilizar a su electorado señalando las alianzas PP-Vox en ayuntamientos y autonomías y en acortar al máximo posible los tres puntos y medio de ventaja que los conservadores sacaron en las municipales del 28 de mayo: un 31,5% de las papeletas frente a 28,1%,.

El adelanto electoral decidido por Pedro Sánchez ha pillado a los barones de Alberto Núñez Feijóo negociando con el partido de ultraderecha las mesas de los parlamentos y los gobiernos en cinco autonomías: Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura, Aragón y Murcia. El impacto de esos primeros contactos con Vox (coalición en Valencia, ruptura y bronca en Mérida) ha puesto en tensión al equipo de Feijóo. Queda justo un mes para las elecciones del 23J y algunos altos cargos del PP admiten a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, del grupo Prensa Ibérica, que están viéndose arrastrados por las contradicciones respecto a Vox y no están consiguiendo marcar el debate público. De hecho, algunas empresas de encuestas que hacen estudios diarios han hecho llegar a la sede de Génova sus advertencias: el "ruido de Extremadura" no es bueno, aseguran.

Andalucía

Gran parte de lo que acabe ocurriendo dentro de un mes tendrá que ver con Andalucía. La comunidad más poblada de España y por lo tanto la que más diputados aporta al Congreso (61 escaños de 350) hace tiempo que dejó de ser el principal granero de votos socialistas.

Crece la tensión entre altos cargos del PP por miedo a verse arrastrados por las contradicciones respecto a Vox

Juanma Moreno (PP) logró en junio del año pasado una mayoría absoluta histórica en esa autonomía. Y en estos comicios municipales de mayo todas sus capitales de provincia han quedado en manos del PP, un poderío que el PSOE no logró ni en los tiempos de sus mayorías absolutas. “Si hubiera una gran diferencia de votos a su favor el 23J, costaría mucho remontarla en otros territorios”, temen los colaboradores de Sánchez. Sin embargo, subrayan que la diferencia entre los dos partidos mayoritarios fue mucho menor en las recientes municipales que en las autonómicas de hace un año: pasó de 19 puntos a 5. Así que “no todo está perdido”, concluyen los socialistas.

El PP está tranquilo con este territorio porque Moreno se ha construido un perfil político moderado y ha sido de los primeros (junto con Isabel Díaz Ayuso en Madrid) en absorber el voto de Ciudadanos y aprovecharse, según fuentes de la dirección de Feijóo, en "recuperar votantes que se habían ido a Vox". El "miedo" que la izquierda azuzó contra Macarena Olona (Vox) ayudó a fortalecer a Moreno en las urnas, una estrategia que el líder nacional del PP espera repetir también en julio.

Cataluña

En Cataluña (48 diputados en juego) los augurios son mucho mejores para el PSOE, que insisten en que el 23J se presenta “muy complicado”, pero “no imposible”. El PSC viene de ser el partido más votado en las municipales, así como de hacerse por sorpresa con la alcaldía de Barcelona. Los socialistas admiten que los conservadores están ahora más fuertes en esta comunidad que en otras ocasiones, y que pueden concitar el apoyo de muchos votantes que respaldaron a Xavier Trias hace un mes, pero dan por hecho que quedarán por delante de todos sus rivales, incluida ERC, y que la ventaja sobre Feijóo será aquí de “al menos siete escaños”. 

Para los populares, las encuestas más optimistas le llegan a dar nueve diputados, las más conservadoras, siete. En las generales de noviembre de 2019, el PP solo obtuvo 89 escaños en toda España, dos en Cataluña. Es fácil remontar estos datos, señalan, porque dan por hecho que absorberán los dos diputados que también logró Ciudadanos y, además, atraerán a electores de centro catalanistas y que ahora, "sin un procés en marcha", pueden apoyar "al PP de Feijóo". Un avance, aunque no tan grande, esperan también los conservadores en Navarra y País Vasco.

Comunidad Valenciana

La Comunidad Valenciana ofrece otro paisaje. Los socialistas continúan asimilando su reciente derrota en las autonómicas, que obligó a Ximo Puig a dejar el poder, pero al mismo tiempo este, anticipan varios miembros de su cúpula, puede ser el lugar que lo decida todo. No solo por el resultado dentro de sus tres circunscripciones, sino también por el efecto que fuera de sus fronteras pueda tener el pacto entre el PP y Vox para gobernar la Generalitat en coalición. El partido de ultraderecha, que se quedará con una vicepresidencia (dirigida por el extorero Vicente Barrera, que también llevará Cultura) y los departamentos de Justicia y Agricultura, ha logrado llevar a los conservadores a su terreno negacionista, el eliminar el término “violencia de género” y sustituirlo por “violencia intrafamiliar”.

Sánchez, a través de una campaña “emocional”, dejando a un lado los frutos de su gestión, se dispone a explotar lo ocurrido en Valencia como anticipo de lo que ocurrirá en toda España si Feijóo y Santiago Abascal llegan a la Moncloa.

Extremadura

La comunidad en la que Vox ha echado el mayor pulso por ahora al PP, al exigir sí o sí la entrada en el Gobierno autonómico de María Guardiola, tiene nerviosos a los dirigentes populares. En el horizonte se avista la repetición electoral, una posibilidad que da miedo a los de Feijóo: Guillermo Fernández Vara (PSOE) fue el cabeza de lista más votado, aunque con el actual reparto no logra sumar una mayoría suficiente con Podemos.

"El partido que decía tener un discurso para toda España, hace cosas diferentes en cada comunidad, en cada provincia y en cada pueblo", critican en la sede del PSOE sobre la ruptura de Guardiola con Vox porque no acepta el discurso contra la "violencia machista" de los ultras mientras Mazón los mete en su Gobierno en Valencia. "Repetir elecciones sería un fracaso de Guardiola", añaden fuentes socialistas. Pendientes están también los populares de cerrar acuerdos con Vox en Murcia, Aragón y Baleares. El camino hasta el 23-J tiene curvas.

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