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Puerta del Sol: las sombras de una obra sin sombras

La reforma del enclave más emblemático de Madrid genera críticas por su falta de zonas verdes en plena emergencia climática | Los partidarios del modelo de 'plaza dura' elegido defienden que el lugar debe enfocarse al tránsito de peatones, no al disfrute de los vecinos

Fotografías de la Puerta del Sol después de su remodelación.

Fotografías de la Puerta del Sol después de su remodelación. / DAVID CASTRO

Juan Fernández

La del 'Kilómetro 0', la del reloj y las campanadas de nochevieja, la del 15-M, la del Oso y el Madroño, la de la proclamación de la República, la de la estación de Metro y Cercanías… Hay muchas Puertas del Sol de Madrid, tantas como hitos y usos ha conocido a lo largo de su historia o tiene hoy la plaza más emblemática de la ciudad. Pero atendiendo a sus visitantes más habituales, en realidad hay solo dos: la que cruzan a diario 50.000 turistas y lugareños –según cálculos del Ayuntamiento- a paso ligero o parándose únicamente a hacerse la foto de rigor, y la que utilizan algunos madrileños para quedar, manifestarse o echar un rato de charla viendo pasar a los que van con prisa.

La reciente reforma urbanística del enclave, que estos días da sus últimos retoques, supone una victoria de aquellos sobre estos y un triunfo de quienes sostienen que los nudos principales de las grandes ciudades deben orientarse a la circulación frente los que defienden que las plazas se inventaron para ser ágoras que faciliten la reunión y el solaz del vecindario. 

No hay acuerdo posible entre estas dos formas de entender los espacios urbanos como no lo ha habido entre los partidarios y los detractores de un proyecto que ha generado infinidad de comentarios a favor y en contra desde que la piqueta entró en la plaza en marzo de 2022.

Precisamente, la razón de ser de la remodelación –que el enclave estaba desordenado y urgía despejarlo de obstáculos para mejorar el tránsito de los peatones- ha sido, en último extremo, lo que más críticas ha provocado. Quienes rechazan el proyecto lamentan que la Puerta del Sol, célebre por haber sido lugar de encuentro -algunos de ellos históricos-, potencie a partir de ahora su perfil de sitio de paso.

Proyecto antiguo

Aunque la obra se ha ejecutado en los últimos 15 meses, en realidad su diseño tiene diez años de antigüedad. Después de varias reformas parciales llevadas a cabo desde finales de los años 80 del siglo pasado –la última tuvo lugar en 2009 con motivo de la instalación de una estación subterránea de tren que asomaba al exterior por una estructura bautizada por su aspecto por los madrileños como 'la ballena' o 'el tragabolas'-, el Ayuntamiento decidió en 2013 que el lugar necesitaba una rehabilitación integral que pusiera fin a la convivencia de adoquines, farolas, planchas de granito y elementos urbanos datados en épocas distintas. 

Tras convocar un concurso público de ideas, Ana Botella, por entonces alcaldesa de la ciudad, metió el proyecto ganador en un cajón y su sucesora, Manuela Carmena, no hizo el menor intento de sacarlo de ahí, pero el actual regidor, José Luis Martínez Almeida, anunció al poco de llegar a la alcaldía que lo ejecutaría con la excusa de culminar la peatonalización de la plaza, aunque la obra no figuraba en su programa electoral. 

Tan pronto el Ayuntamiento difundió los primeros planos y vídeos de la futura plaza, las críticas comenzaron a precipitarse sobre su diseño, la mayoría a cuento de su carencia de zonas verdes y la sensación de páramo granítico que transmitían las imágenes. 

La reclamación vegetal fue rápidamente contestada por los promotores del proyecto: Sol se asienta sobre una gigantesca losa de hormigón que da techo a la red de túneles, pasillos y vestíbulos por la que circulan a diario el metro, el tren y los viajeros, y que impide a los árboles echar raíces.

El plan inicial, obra del estudio de arquitectura Linazasoro&Sánchez y titulado 'El sol del membrillo', sí contemplaba una zona arbolada en la confluencia con la carrera de San Jerónimo, pero la Comisión Local de Patrimonio la rechazó porque que tapaba la fachada de varios edificios históricos del siglo XIX, que fue cuando se edificó la Puerta del Sol.

Plano de la reforma de la Puerta del Sol.

Plano de la reforma de la Puerta del Sol.

El nuevo trazado ha eliminado las dos grandes fuentes rodeadas de ornamentos vegetales y poyetes que antes refrescaban el ambiente y permitían a los viandantes descansar junto al rumor del agua. Ahora, las zonas de asiento han quedado desplazadas al arco norte de la plaza dejando el resto del espacio convertido en una amplia explanada de granito. La única presencia acuática será el pequeño estanque que rodeará la estatua de Carlos III, que ha sido trasladada desde el centro de la plaza hasta la esquina izquierda del edificio del reloj. 

Quejas vecinales

"Si Sol era antes una sartén, ahora lo será más. En plena emergencia climática, han elegido una solución muy poco sostenible. La nueva plaza será un lugar de paso, sí, pero a la carrera para no achicharrarnos", se queja Víctor Rey, presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas de Sol y Barrio de las Letras, que está que trina con una reforma defendida con argumentos de ordenación urbana por parte del Colegio de Arquitectos de Madrid. "No todas las plazas pueden tener el mismo uso. Cerca de Sol hay otras con jardines y bancos para descansar, pero este enclave, por ser un nudo de comunicación, está llamado a ser un sitio de paso", razona Sigfrido Herráez, decano del Colegio, el organismo que organizó el concurso de ideas.

"Ya que se embarcaban en una reforma integral, deberían haber buscado fórmulas más creativas que dejaran contentos a vecinos y viandantes, porque las hay", tercia el urbanista Antonio Giraldo, que aboga por instalar una estructura aérea vegetal sobre la zona de los bancos, a modo de toldo, que haga soportable la estancia en las horas de mayor calor.

La obra, valorada en 10,7 millones de euros, también ha incluido el cambio de ubicación de la losa que marca el 'Kilómetro 0' de las carreteras radiales españolas, que ahora cuenta con una rosa de los vientos sobre la que figuran los nombres oficiales de todas las capitales de provincias. La última polémica de la reforma ha estado relacionada con el nombre de València, al que han olvidado añadir el acento abierto. 

Nombre de la ciudad de Valencia (sin acento) en el Kilómetro 0 de la Puerta del Sol.

Nombre de la ciudad de Valencia (sin acento) en el Kilómetro 0 de la Puerta del Sol.

El retraso en la ejecución de la obra ha imposibilitado su inauguración oficial al coincidir con período electoral (en realidad, la reforma no culminará hasta que 'la ballena' sea sustituida por una nueva estructura acristalada, pero esa intervención depende de Adif, no del Ayuntamiento). El desfase en el calendario ha privado a Martínez Almeida del acto político que, en opinión de Víctor Rey, está detrás de la rehabilitación de la Puerta del Sol: "Era una obra innecesaria que solo responde al deseo del alcalde por pasar a la historia de la ciudad", sostiene el líder vecinal.

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