La negociación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 está abierta en el seno del Gobierno. Unidas Podemos aprieta con la reforma fiscal, quiere que en las cuentas figure un tipo mínimo del 15% a las grandes empresas en el impuesto de sociedades. Y Pedro Sánchez, que en junio aseguró que no habría alzas impositivas con total rotundidad, ahora no lo descarta, como un mensaje conciliador hacia su socio. Lo que sí garantiza es que el texto llegará al Congreso cuando estaba previsto, entre finales de septiembre y principios de octubre.

El presidente del Gobierno fue deliberadamente cauto desde Nueva York, adonde se desplazó desde Canarias para cumplir con una agenda reducida al mínimo con motivo del 76º periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas. Primero se reunió con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg —con la crisis entre Francia y Estados Unidos muy candente por la alianza militar Aukus— y después compareció ante los medios en la residencia del embajador español ante la ONU, justo antes de protagonizar un evento dedicado al multilateralismo y la recuperación "justa" patrocinado junto a Suecia, Costa Rica y Sierra Leona, y también antes de hablar ante el plenario del organismo internacional, discurso tras el cual volverá a La Palma. El jueves visitará de nuevo la isla acompañado por los Reyes.

En TVE, la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, subrayó que el acuerdo entre los socios estaba ahora mismo "lejos" y advirtió de que la reforma fiscal es una cuestión "imprescindible" en la negociación. Esa subida, defendió, no puede esperar, y se ha incorporar ese 15% mínimo que, de hecho, han consensuado ya 130 países. A Sánchez los periodistas le preguntaron hasta en dos ocasiones por este asunto. Evitó entrar en colisión públicamente con los morados en plena negociación.

El jefe del Ejecutivo sostuvo que en este contexto de recuperación, en el que se han elevado las previsiones de crecimiento, en el que se está reanimando la actividad "en tiempo récord" y en el que se ha cumplido con los objetivos del proceso de vacunación, son necesarias unas nuevas cuentas del Estado para que la recuperación sea "justa" y "llegue a todos los territorios y todos los ciudadanos". Ese objetivo "obliga" a "todos" los partidos, recalcó. 

Acuerdo "no tan lejos"

"A partir de ahí, va a haber Presupuestos, y se van a presentar en tiempo y forma y con un objetivo, la recuperación justa", sostuvo. Cuando el Gobierno lleve el proyecto de ley al Congreso, apuntó, se verá "los detalles" del contenido. Los objetivos han de ser, insistió, "garantizar la estabilidad", crear los "cauces" para canalizar los fondos europeos y explotar esa reanimación económica. En junio, justo cuando la OCDE llegó a ese acuerdo para el mínimo del 15%, celebró ese consenso internacional pero su respuesta hacia los morados fue taxativa: "No vamos a abrir en los Presupuestos de 2022 una revisión del modelo fiscal, que está pendiente, pero no para el próximo año". Hasta ahora, el presidente y Hacienda se remitían a la reforma fiscal que está estudiando un comité de expertos y que prevé culminar sus trabajos para comienzos de 2022. El sector socialista del Ejecutivo cree que es necesario acometer la reforma impositiva, pero hacia el final de la legislatura, para no entorpecer el crecimiento que ya despunta.

Cuando se repreguntó a Sánchez si, por tanto, no descartaba ahora la subida del 15% en sociedades que reclama Podemos, se aferró a su respuesta intencionadamente inconcreta: los Presupuestos son "necesarios" y la prioridad es que la recuperación llegue "a todos".

En conversación informal con los periodistas, garantizó que la fecha de presentación del proyecto a la que se comprometió, entre finales de septiembre y principios de octubre, se cumplirá. Iba en la línea de lo que afirmó este mismo miércoles su hombre fuerte en el Gobierno, Félix Bolaños. Él, en 'Al rojo vivo', aseveró que PSOE y Unidas Podemos "no están tan lejos" del acuerdo y avanzó que "en los próximos días" logrará cerrarse.

La otra cuestión sobre política doméstica recurrente es la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El pasado lunes, y tras reunirse con las cuatro asociaciones judiciales, el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, volvió a presionar a España para acometer el relevo y también para que reforme la ley para que sean los magistrados los que elijan a sus compañeros en el órgano de gobierno de los jueces. Sin poner plazos ni precisar qué debe llegar antes. Sánchez rechazó esa modificación legislativa: recordó que ayer martes el pleno del Congreso tumbó la proposición de ley que planteaba el PP para revisar el sistema de elección de los vocales del CGPJ, que era la condición que ponían los conservadores para intentar acordar la renovación.

"No hay una mayoría parlamentaria alineada con las tesis del PP", indicó el presidente, sin aludir al requerimiento europeo por el que se le había preguntado. "No puede haber dos constituciones. Aquí solo hay una Constitución. No está la Constitución española y la del PP por otra", sostuvo. De nuevo, insistió a Pablo Casado en que tiene la obligación de "cumplir" con lo que mandata la Carta Magna y no situarse en la "insumisión constitucional". "Pido responsabilidad, sentido de Estado, que se cumpla con la Constitución y renovemos", sintetizó.

Esta semana también se conoció que la Fiscalía notificó al rey emérito sus pesquisas antes de que formalizara las dos regularizaciones, por lo que podría no librarse del delito fiscal. Sánchez se limitó a señalar que "la Agencia Tributaria trabaja", igual que el ministerio público, y lo que el Gobierno "garantiza" es que no habrá ningún "freno" a las investigaciones que rodean a Juan Carlos I. "Aquí no hay trato de privilegio a ninguna persona, a ningún ciudadano, se llame como se llame y se apellide como se apellide", remachó. Él mismo prometió el pasado diciembre, en otra comparecencia ante la prensa, pero en la Moncloa, que su Gabinete trabajaba con la Zarzuela en una hoja de ruta para avanzar en ejemplaridad y transparencia. Pero desde entonces no se ha anunciado ninguna medida. "Todos los pasos que demos" en esa dirección se están "dando" con la Casa del Rey, "y cuando den sus frutos los conocerán" los medios, concluyó.