El presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Tomás Caballero, ha rechazado este miércoles que se dé un trato condescendiente a aquellos terroristas que no muestran arrepentimiento, tras defender que la ley ha de aplicarse "sin atajos".

    Caballero ha lanzado este mensaje antes de comenzar el XIX concierto en memoria de las víctimas del terrorismo, que los Reyes han vuelto a presidir en el Auditorio Nacional de Música, después de que el pasado año tuviera que suspenderse por el estallido de la pandemia.

    Junto a los Reyes, han estado la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y representantes de asociaciones de afectados por el terrorismo.

    Estaba previsto que asistiera la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pero ha cancelado a última hora después de que este mediodía anunciara la convocatoria de elecciones anticipadas tras romper el pacto de gobierno entre PP y Ciudadanos.

    Caballero ha agradecido a don Felipe y doña Letizia su "contante e incondicional apoyo" que siempre ha brindado a las víctimas.

    "Verificar que contamos con el respaldo de la más alta institución del Estado es reconfortante", ha añadido el hijo del concejal de UPN asesinado por ETA en 1998.

    Sin hacer referencia a la política emprendida por el Gobierno desde hace varios meses de trasladar a presos etarras a cárceles cercanas a Euskadi, Caballero ha reivindicado "el legítimo derecho" de las víctimas a que el Estado les ampare de los violentos.

    "Nuestra única pretensión es que el ordenamiento jurídico se aplique a los terroristas, sin atajos, porque quienes sólo se han afanado en sembrar dolor y desolación, sin arrepentimiento no merecen ningún trato condescendiente", ha sostenido.

    Caballero, presidente de la FVT desde finales de julio, cuando relevó en el cargo a Mari Mar Blanco, ha subrayado que mientras no haya una colaboración para esclarecer los atentados sin resolver y los afectados no hayan logrado el resarcimiento de ver cómo se condena a sus culpables, "difícilmente se podrá hablar de etapas superadas o de mirar hacia adelante".

    Ha alertado frente a aquellos "verdugos y cómplices que intentan normalizar su situación e integrarse, tratando de desdibujar sus atentados terroristas y blanquear su pasado".

    También ha suplicado a los dirigentes políticos estudiar y aprobar normas que impidan de una vez los homenajes a los terroristas al salir de la cárcel.

    "Cada acto de homenaje a los terroristas es una humillación y una vejación para sus víctimas", ha exigido.

    Este llamamiento ha tenido lugar después de que el Ministerio del Interior haya anunciado este miércoles que ultima una reforma legal para que los homenajes a los etarras se multen por la vía administrativa, lo que implicaría una mayor eficacia en la aplicación de las sanciones.

    Al desconocer muchos jóvenes lo que supuso el terrorismo, en especial el de ETA, Caballero ha lamentado "no haber estado a la altura" de las nuevas generaciones para transmitirles lo que representó esta amenaza, por lo que ha abogado por construir "desde la unidad" un "único relato" para ayudar a los jóvenes.

    Además de homenajear a las más de 1.400 víctimas del terrorismo en España, Caballero ha recordado a los muertos durante la pandemia, y a todos ellos se ha brindado un minuto de silencio.

    El concierto precede al acto institucional que se celebrará mañana, jueves, en los jardines del Palacio Real con la presencia de los reyes, del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y de partidos.

    En el recital, se ha estrenado la obra "El silencio de sus nombres", creada por el compositor Federico Jusid a partir de testimonios de víctimas e interpretada por la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE.

    Debido a las restricciones sanitarias, el aforo se ha limitado a 400 espectadores para poder mantener la distancia física.

    Entre las autoridades, han estado la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.