La caravana formada por cerca de 4000 inmigrantes hondureños se agolpaba ayer en la frontera con México exigiendo que les dejaran pasar para continuar camino hacia Estados Unidos. Huyen de su país, en busca de trabajo y huyendo de la inseguridad. La mayoría de estas personas salieron la semana pasada desde la localidad hondureña de San Pedro de Sula, una de las ciudades más violentas del mundo. Después atravesar Guatemala y recorrer casi 800 kilómetros.