Reunión en Hamburgo

Macron y Scholz buscan un consenso energético para restablecer su maltrecho eje

"Nos proponemos tener hacia finales de mes un acuerdo que es necesario y con el que estamos comprometidos", afirmó el presidente francés

Emmanuel Macron y Olaf Scholz, este martes, durante su encuentro en Hamburgo.

Emmanuel Macron y Olaf Scholz, este martes, durante su encuentro en Hamburgo. / EFE

Gemma Casadevall

Los líderes de Alemania y de FranciaOlaf Scholz Emmanuel Macron, escenificaron desde Hamburgo el restablecimiento del eje franco-alemán, motor tradicional europeo, tras meses de disenso más o menos abierto en materia energética.

"Nos proponemos tener hacia finales de mes un acuerdo que es necesario y con el que estamos comprometidos", afirmó el presidente francés, tras explicar Scholz que los equipos de ambos gobiernos están trabajando juntos en esa dirección. En la búsqueda de ese acuerdo se han concentrado los esfuerzos de las consultas intergubernamentales abiertas el lunes por los ejecutivos de ambos países, con asistencia de sus respectivos ministros y líderes.

La consonancia entre Francia y Alemania es el puntal de toda solución europea, señaló el canciller. Para el diseño del mercado energético europeo es "fundamental" que ambos países "actúen aunados", señaló por su parte el presidente francés.

Las buenas intenciones expresas de ambos líderes centraron una comparecencia ante los medios, marcada por los ataques de Hamás y las declaraciones de apoyo incondicional a Israel -apuntalados en una declaración conjunta con Estados Unidos, Italia y Reino Unido suscrita tras una videoconferencia la noche anterior-.

Disenso sobre las nucleares

Sin embargo, las preguntas de los medios se dirigieron preferentemente al disenso público y prolongado en el eje París-Berlín, cuyo exponente más flagrante fue el aplazamiento hace unos meses de las consultas intergubernamentales, ahora recuperadas.

Francia ha dejado claro que no se apartará de su apuesta por las nucleares, puntal energético del país, mientras que Alemania -que en plena crisis energética selló su abandono de esa fuente de energía- cuestiona que pueda reconocérsele el mismo rango que a las renovables en el objetivo compartido de la descarbonización.

Hamburgo, patria política de Scholz, fue el escenario elegido para anunciar esos avances que, según ambos líderes, "están al alcance de la mano". Había cierto compromiso de repartir sonrisas y mostrar cordialidad, incluida degustación del típico 'Franzbrötchen' hamburgués, un bollo de mantequilla, azúcar y canela que recuerda lejanamente al croissant francés.

No hubo la cercanía espontánea que caracterizaba los encuentros bilaterales en tiempos de la cancillera Angela Merkel. Tampoco se esperaba, puesto que no encajan en el talante de Scholz, lo que suele atribuirse al carácter frío y más o menos reconocible como propio de todo hamburgués.

Alerta contra la ultraderecha

La otra cuestión sobre la cita de Hamburgo, en este caso reservada a la política alemana, fue el ascenso de la ultraderecha confirmado el pasado fin de semana con las elecciones regionales en Baviera y en Hesse, dos estados federados del sur y el oeste del país, respectivamente. Los pronósticos apuntaban en ambos 'Länder' a un rotundo triunfo conservador -que lideraban ya los respectivos gobiernos- y un revés para el tripartito de Scholz entre socialdemócratas, liberales y verdes.

Se cumplieron con creces tanto los pronósticos negativos para el canciller como la victoria conservadora y, finalmente, el auge de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que ascendió a segunda fuerza en Hesse, con un 18%, su máximo en el oeste del país, mientras que en Baviera superó el 14%. "Los votos a un partido ultraderechista en Alemania son preocupantes. No hay duda alguna de cuáles son sus propósitos y de que sus posiciones no son acordes con la libertad, la democracia y la justicia social", sentenció Scholz. Tampoco con los principios de la UE o con la seguridad de Alemania, añadió el canciller, quien considera necesario "defender a la democracia" del empuje de estas formaciones. Macron y Scholz coincidieron en señalar la necesidad de combatir la inmigración ilegal, cuyas cifras ascendentes dan alas al discurso ultraderechista. "Alemania sigue recibiendo cifras récord de peticionarios de asilo. Demasiadas para el país", zanjó Scholz.