Una investigación denuncia violencia y abusos sexuales del Ejército israelí contra niños palestinos detenidos

Los desnudan, los golpean y les vendan los ojos, y los detienen aislados en ocasiones durante meses, según la ONG Save The Children

Un niño palestino durante unas protestas en Gaza.

Un niño palestino durante unas protestas en Gaza. / EFE

Mario Saavedra

Los niños y niñas y adolescentes palestinos son detenidos por el ejército israelí de forma sistemática. El motivo más habitual para arrestarlos es que han lanzado piedras contra los soldados de la fuerza ocupante. En ocasiones, estas detenciones se prolongan durante meses sin juicio ni visitas de familiares. Una nueva investigación de Save The Children, presentada este lunes y basada en testimonios de los menores, afirma que son sometidos a abusos físicos y emocionales de forma reiterada. Cuatro de cada cinco son golpeados y el 70% son desnudados. Casi la mitad (42%) sufre lesiones en el momento de la detención, como heridas de bala y fracturas óseas. Algunos denuncian violencia de carácter sexual. Otros aseguran que fueron trasladados a los tribunales o a centros de detención en pequeñas jaulas, según la nota de prensa difundida por la ONG internacional. 

Naciones Unidas calcula que cada año hay entre 500 y 1.000 niños y niñas recluidos en centros de detención militar israelíes. Precisamente este lunes, la ONU presenta ante el Consejo de Derechos pruebas sobre las violaciones de los derechos de los menores en las detenciones israelíes. 

Israel alega que algunos niños palestinos tratan de cometer actos de terrorismo. El Parlamento aprobó en 2016 una ley que permite detener a “niños terroristas” de 12 años en adelante. 

No hay justificación alguna para golpear y desnudar a los niños, tratarlos como animales o robarles su futuro”, dice Jason Lee, director de Save the Children en los Territorios Ocupados de Palestina. “Son los únicos niños del mundo que experimentan un enjuiciamiento sistemático en tribunales militares”.

Israel ocupa militarmente la franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental, territorios reconocidos como palestinos. Desde 2008, fecha en la que Naciones Unidas comienza a contar las bajas provocadas por el conflicto, Israel ha matado a 6.327 palestinos, en su gran mayoría civiles, de ellos 1.417 niños. A manos palestinas han muerto 408 israelíes, más de la mitad civiles, entre ellos 43 menores. No existe un recuento de los daños materiales causados.

El informe se ha realizado con entrevistas a 228 menores de edad (221 niños y 7 niñas) ex detenidos por tiempos que van entre un mes y un año y medio. Han comprobado, dice la organización, que la mayoría son golpeados, esposados y vendados durante la detención. También son interrogados en lugares desconocidos sin la presencia de su padre, madre o tutor legal. Se les priva a menudo de comida, agua y sueño, o de acceso a asistencia letrada. El principal presunto delito de estas detenciones es el lanzamiento de piedras, que puede conllevar penas de hasta 20 años de prisión.

Las cifras de los abusos

Según el informe: 

- Durante la detención, el 42% de los niños sufrieron heridas, incluidas heridas de bala y fracturas óseas, y el 65% de los niños fueron detenidos durante la noche, principalmente entre la medianoche y el amanecer. La mitad de las detenciones se produjeron en el hogar de los menores.

- La mayoría de los niños denuncian “terribles niveles de abusos físicos y emocionales”, como palizas (86%), amenazas de agresión (70%) y golpes con palos o pistolas (60%).

- Algunos niños denunciaron violencia y abusos de índole sexual, como golpes o tocamientos en los genitales, y el 69%, cacheos.

- El 60% de los niños fueron sometidos a régimen de aislamiento, con una duración que osciló entre uno y 48 días.

- Al 58% de los niños se les negaron las visitas o la comunicación con su familia mientras estuvieron detenidos.

El informe expone algunos de los testimonios de forma anónima. Como el de Khalil, que fue detenido cuando tenía 13 años. Asegura que no recibió atención sanitaria. “Tenía una herida en la pierna, estaba escayolado y tenía que arrastrarme para poder moverme. Sentía que me destrozaban el cuerpo [...] El soldado amenazó con matarme cuando me detuvo por segunda vez. Me preguntó si quería correr la misma suerte que su primo, ya que a él lo habían matado. Me prometió que a mí me pasaría lo mismo y que moriría, pero que antes me enviaría a la cárcel. Me dijo que volvería a por mí y todos los días espero a que llegue ese día".

O el de Yasmeen, madre de Ahmed, que fue detenido cuando tenía 14 años. Dice que durante el interrogatorio a su hijo le convencieron para que delatara a su hermano a cambio de ser liberado: "Era ingenuo y no entendía lo que estaba pasando. Dijo lo que le dijeron que dijera; unos días después, vinieron a nuestra casa y detuvieron a mi otro hijo".