Industria

Stellantis asigna a Trnava (Eslovaquia) el modelo para luchar contra la amenaza del coche chino

La planta, que ya recibió 180 millones, fabricará el Citroën ë-C3, a la venta por menos de 25.000 euros

La factoría de Stellantis Trnava, en Eslovaquia.

La factoría de Stellantis Trnava, en Eslovaquia. / STELLANTIS

Adrián Amoedo

El reparto de las nuevas plataformas industriales de Stellantis a sus factorías va por dos vías. Por un lado, las STLA, que en sus cuatro versiones (en función del tipo de vehículo y autonomías) son asignadas a las principales plantas del grupo, como espera lograr la de Vigo este año. Por otro, las pensadas para los mercados emergentes, aquellos con los que Stellantis quiere conseguir un “tercer motor” para hacer crecer su negocio. Estos últimos son las llamadas Smart car, para coches con un carácter más low-cost y que ya se adjudicaron, por ejemplo, a fábricas de India, Sudamérica o a la de Kénitra, en Marruecos. Sin embargo, para esta última la firma que dirige Carlos Tavares se guardaba un as en la manga. Y es que una fábrica europea se encargará de la fabricación de un modelo eléctrico con el que Stellantis quiere hacer frente a la invasión del coche chinoTrnava, en Eslovaquia, se encargará de producir a partir del próximo año el Citroën ë-C3, que promenten que se venderá por menos de 25.000 euros.

Con los trabajos en España para hacerse con una de estas plataformas en su máximo apogeo por la cercana publicación de la segunda convocatoria del Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado), el CEO de Citroën, Thierry Koskas, dio a conocer el futuro inmediato de Trnava, otrora uno de los principales competidores con la planta de Balaídos.

La planta, que ya recibió en 2021 una inyección de 180 millones de euros (en parte con apoyos estatales), ensamblará a partir de 2024 el Citroën ë-C3, que apunta a convertirse en el vehículo eléctrico de esta gama más barato que se comercialice en la Unión Europea por parte de uno de los fabricantes tradicionales. “Hoy en día no hay ningún equivalente en el mercado”, apuntó Koskas en una entrevista con varios medios europeos.

El directivo añadió en su perfil de LinkedIn que el objetivo de la marca que dirige desde hace cuatro meses “es hacer que la movilidad eléctrica sea asequible para todos los clientes”.

Se espera que el vehículo, que será presentado de forma oficial a final de año, sea un hatchback con toques de SUV (o todocamino) con una longitud de 4 metros y una autonomía de unos 300 kilómetros, inferior a los hasta 500 que tendrán los modelos fabricados en base a la STLA Small por la que pelea Stellantis Vigo.

Competencia

La adjudicación a Trnava de este modelo para pelear contra los coches del gigante asiático se vio ayer respaldad por unas declaraciones del CEO de Stellantis, Carlos Tavares. En el marco de la París Air Show, donde el fabricante mostró la aeronave que desarrolla junto a Archer, el portugués reclamó igualdad de condiciones entre las nuevas y “viejas” empresas del sector. “Tenemos que estar en el mismo campo de juego”, avisó Tavares en una entrevista.

Para el luso, es importante evitar la “discriminación”, unas palabras que llegan después de las presiones de Francia para intentar arrebatarle a la planta de Figueruelas la fabricación de la versión eléctrica del Peugeot 208. También en un momento en el que otros fabricantes buscan expandirse en el continente, como hace la norteamericana Tesla (con Valencia sobre la mesa) o la china BYD (con el área de Vigo en el punto de mira).