La posible presencia de un arma a bordo obliga a retrasar un vuelo de Ibiza a Madrid

Un pasajero es obligado a abandonar el avión

La Guardia Civil habla con la tripulación.

La Guardia Civil habla con la tripulación. / Guillem

La actitud sospechosa y errática de un pasajero ha obligado a retrasar una hora la salida de un vuelo de Ibiza a Madrid, concretamente el FR2067 de Raynair, cuyo embarque se cerraba a las 7.45 horas.

Varios pasajeros han explicado que la tripulación se puso en contacto con el pasajero, al parecer italiano, ya en el interior del avión después de recibir una llamada por radio en la que les alertaban de la posible presencia de un arma a bordo. Según la misma fuente el hombre, que se identificó primero como guardia civil y después como policía nacional, indicó que esa presunta arma se encontraba en su maleta, en la bodega.

Poco después cambió su versión y dijo que se la había entregado al personal del control de seguridad del aeropuerto. Finalmente, desde la Guardia Civil confirman que no han encontrado ningún tipo de arma ni en la bodega del avión ni en el equipaje de mano del pasajero ni en la terminal.

Mientras tanto, el ambiente en el interior del avión se fue caldeando y varios pasajeros increparon al hombre, que mantuvo una actitud "colaboradora y muy educada en todo momento", y exigieron a la tripulación que tomara medidas. El personal de vuelo les explicó que estaban "trabajando por su seguridad".

Debido al comportamiento de este hombre, y para evitar problemas durante el vuelo, el comandante de la aeronave decidió que no volara y que se le expulsara del avión. Las mismas fuentes aseguran que el sospechoso llegó a bajar del avión a instancias de la tripulación, pero regresó "como si no pasara nada y se sentó en su asiento". "La situación no tenía ni pies ni cabeza", apunta uno de los pasajeros con los que ha hablado Diario de Ibiza, y que prefieren que no se facilite sus identidades.

Finalmente, el hombre bajó a la pista, subió a una jardinera (autobús) y fue trasladado hasta la terminal. La Guardia Civil, cuya patrulla subió al avión después de que el sospechoso abandonara el avión, le ha identificado, pero no ha sido detenido.