Los hoteleros de Sant Antoni apuestan por seguir con un decreto de «turismo responsable»

Los hoteleros de Sant Antoni reclaman modificar el decreto contra el turismo de excesos del anterior Govern balear para evitar que estigmatice su imagen, pero abogan por mantener esta herramienta para conseguir mejoras como destino turístico e, incluso, extenderla al resto de la isla y de Balears. Igualmente, insisten en reclamar mayor presencia policial en el pueblo después de un verano en que han percibido «una sensación de inseguridad y desmadre» que se refleja en «el desencanto» de los vecinos.

Así lo admitió ayer la presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Bahía de Sant Antoni, Ana Gordillo, tras finalizar la asamblea anual de la entidad. Como principal tema del día, los asociados debían posicionarse sobre el futuro del controvertido decreto contra el turismo de excesos, después de que el Govern haya anunciado una nueva redacción «consensuada».

El propio Ayuntamiento de Sant Antoni secundó en el pleno de este jueves este cambio legislativo y otra denominación menos polémica.

Exigencia inicial

«Si no se le cambia el nombre, entonces no hay nada más que hacer», subrayó Gordillo. Así, se mostró favorable a la fórmula «decreto de turismo responsable» que ya ha sido propuesta por el actual conseller de Turismo del Govern, Jaume Bauzà.

"No puede ser que el cliente llegue al hotel y deba firmar un papel indicando que está en una zona de excesos"

Como han criticado estos hoteleros desde un primer momento, esta normativa «estaba hecha por y para Mallorca, porque no reconocía nuestra problemática ni había medidas destinadas a Sant Antoni». «Ahora queremos trabajar con su contenido porque no pudimos hacerlo en 2020, cuando nos plantaron este decreto. No sé si en Magaluf y Calvià sí que pudieron hacerlo», incidió.

Para todo el pueblo

Gordillo no ahondó en las propuestas que presentarán los hoteleros al cambio legislativo, a la espera de que se emprendan negociaciones con el Govern, Consell y Ayuntamientos. Aunque sí apuntó algún «sinsentido» del actual articulado.

«No puede ser que el cliente tenga que firmar un papel indicando que está en una zona de excesos». «Si llega una pareja de 60 años al hotel, esto no ayuda en absoluto», lamentó.

Por contra, Gordillo valoró que esta herramienta puede servir para que los turistas vistan con decoro en los establecimientos o en los taxis, «o mejor dicho, que no vayan sin vestimenta». Aunque la principal reivindicación de los hoteleros es que el decreto no se limite al centro de Sant Antoni, como en la actualidad, sino que se amplíe, como mínimo, a todo el pueblo y a la parte de la bahía de Portmany perteneciente al municipio de Sant Josep. «Lo ideal es que abarcara la isla entera e incluso todo Balears», apuntó la representante hotelera.

Los hoteleros de Sant Antoni se muestran más que satisfechos con la ocupación registrada este verano

En la asamblea también se sugirió que el nuevo decreto que prevé sacar adelante el Govern se aproveche para conseguir más inversiones y mayor presencia de los cuerpos de seguridad del Estado. En este sentido, a pesar de la satisfacción por los óptimos resultados de la temporada, los empresarios confesaron el hartazgo que perciben entre los vecinos ante los desmanes producidos durante la temporada turística.

Gordillo ya trasladó esta preocupación al comandante de la Guardia Civil, que expuso que se ha reducido el número de delitos e incidencias. «Quizás lo que se ha notado es que hay mayor sensación de inseguridad, o sino de desmadre, pero notamos que el residente está un poco descontento y también es responsabilidad nuestra como hoteleros», advirtió.

Optimismo por la temporada

Los hoteleros también evidenciaron su satisfacción por los buenos datos de la temporada y las previsiones para el mes de octubre. En agosto, la ocupación hotelera de esta zona, en torno al 94%, y al igual que en julio, solo bajó un 1,5% respecto a 2022, «que fue un año excepcional después del covid», precisó Gordillo. «Es una variación insignificante», valoró.

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