Hacía cinco años que no nevaba en sa Talaia de Sant Josep, pero el desplome de los termómetros la noche del domingo y la madrugada de ayer y la llegada de precipitaciones volvieron a cubrir de blanco el punto más elevado de la isla de Ibiza (475 metros). La fina capa de nieve atrajo a personas deseosas de tocarla con sus manos y de disfrutar de este fenómeno raro en la isla. Quienes mejor se lo pasaron con las heladas fueron, como siempre, los más pequeños, que acompañados de sus familiares se acercaron a la zona para jugar e, incluso, crear muñecos de nieve como hicieron Pablo y Celeste. El pequeño Joel, en Siesta, veía caer la nieve por primera vez en su vida.
Las temperaturas habían descendido bruscamente la noche del domingo, con mínimas de 1,8 grados bajo cero en Sant Joan y de 0,8 bajo cero en Sant Antoni. A primera hora de la mañana de ayer subieron hasta los 5 grados positivos pero la llegada de la lluvia, explica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), provocó un nuevo descenso con temperaturas de 2 grados en la isla, lo que propició la caída de aguanieve y granizo.
No solo en sa Talaia de Sant Josep pudieron presenciar la caída de los copos y del granizo. También en la zona de Santa Eulària, sobre todo en Cala Llonga y en Siesta, un manto blanco y helado cubrió campos, coches y terrazas e incluso la arena de la playa. En Sant Mateu y puntos del norte de la isla también fue apreciable el fenómeno.
Frío toda la semana
Para quienes no pudieron acercarse a ver la nieve, tal vez la meteorología les ofrezca este martes una nueva oportunidad. Se prevé otro día gélido con mínimas que no superarán los 2 grados y la Aemet estima la probabilidad de precipitaciones para hoy en un 70%. Esa combinación puede volver a favorecer estampas tan bellas como las de las imágenes que fotógrafos y particulares pudieron captar ayer en diversos puntos de la isla.
El mal tiempo y el frío continuarán azotando Ibiza y Formentera. Para mañana miércoles está prevista la alerta amarilla en las Pitiusas con vientos del norte y nordeste y rachas de entre los 50 y 60 kilómetros hora, así como olas que pueden alcanzar los tres metros de altura. Las bajas temperaturas continuarán el fin de semana, que la Aemet prevé también gélido en las Pitiusas.