Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista
Margalida Ferrer Delegada de la Conselleria de Educación en las Pitiusas

Margalida Ferrer, delegada de la Conselleria de Educación en las Pitiusas: «Frenar el acoso escolar no es trabajo sólo de los centros»

«Me gustaría ver que se coloca la primera piedra de un nuevo centro antes de que acabe la legislatura, pero los plazos son justos» | «Hace siete años Sant Josep y Santa Eulària eran las zonas más saturadas, esta última aún lo está»

Margalida Ferrer, en un momento de la entrevista. | IRENE VILÀ CAPAFONS

Margalida Ferrer lleva siete años al frente de la delegación de Educación de las Pitiusas. A punto de iniciar el nuevo curso lamenta que la Administración no sea más ágil a la hora de construir nuevos centros, defiende que se ha reducido el número de alumnos por aula y está preocupada por los efectos que ha dejado la pandemia en la salud mental de los alumnos.

La delegada territorial de Educación, en la mesa de su despacho. | IRENE VILÀ CAPAFONS

Lo de que este año haya menos alumnos es ficticio, ¿no?

Bueno, realmente en Infantil y Primaria ha bajado un poco por la caída de la natalidad: en Infantil hay 89 alumnos menos y en Primaria, 25. Y estos datos variarán porque aún estamos escolarizando. En Secundaria y Bachillerato hay alguno más y en FP aún tienen que matricularse, pero se ha fomentado mucho y esperamos que haya más alumnos.

Si dan por hecho que la caída en Infantil y Primaria se debe a la reducción de la natalidad, ¿se ha iniciado este septiembre una caída que seguirá más cursos?

Creemos que sí. Hace siete años venía mucha gente de fuera y ahora ya no tanta. La pandemia y el precio de la vivienda ha parado mucho ese chorro de gente que llegaba a la isla cada año. Aún llegan, pero menos. En las Pitiusas hay mucha variación a lo largo del curso. Muchas altas y muchas bajas. Los datos en octubre serán diferentes a los de ahora, y los de Navidad, otros.

¿El tipo de familia que escolariza a sus niños fuera de plazo ha variado en estos años?

Muchos son recién llegados de otros países, pero si antes eran más de Marruecos o Europa ahora predominan los de América del Sur. De Colombia llegan muchísimos. Y también tenemos refugiados de Ucrania, pero algunas familias creen que se irán en cuanto vean la posibilidad. De la Península vienen muchos, piden plaza, al cabo de poco se marchan, luego vuelven a venir... La fluctuación de alumnos es constante.

Hay 74 docentes más, ¿son suficientes para bajar ratios?

A ver... Las ratios se han reducido durante estos años. Si divides alumnos entre profesores, ha bajado mucho, lo que pasa es que las aulas son las que son. Si en Infantil hay un grupo con 25 escolares se les envía un docente de soporte, la ratio es más baja pero tienen que compartir un mismo espacio. Se les da la opción a los centros, si tienen sitio, de dividir la clase. Cuando llegamos, hace siete años, había hasta 28 alumnos por aula en Primaria. Ahora, si el centro tiene espacio para desdoblar, a partir de 26 se envía otro docente y, si no lo tiene, se establece un límite con un docente de apoyo. En Secundaria pueden haber hasta 30 y en Bachillerato 35, pero tampoco llegamos. Las ratios han bajado. ¿Reducirlas más aún? Es lo que pide todo el mundo y una lucha continua. Es mejor trabajar con menos alumnos, pero hoy en día también se hacen actividades en grandes grupos con dos profesores y con nuevas metodologías que funcionan.

A veces no es tanto el número de alumnos como su diversidad.

Sí, y es muy complicado, por eso se aplica un sistema en el que todos son maestros de todos y se diseñan actividades con diferentes niveles para que todos puedan acceder y aprender. Hay escuelas unitarias y funcionan muy bien. Pues vendría a ser aplicar esto en las aulas. Nos tenemos que adaptar a las necesidades de nuestros alumnos y darles respuesta. Trabajar competencias, que es lo importante hoy en día.

Precisamente en eso se centran los nuevos currículums. Los docentes coinciden en que el camino es bueno, pero no la aplicación. ¿Por qué no se ha puesto en marcha de forma paulatina?

Es apresurado, sí, e implica mucho trabajo, pero tenemos una ley que tenemos que cumplir. Hay que aplicarla en Infantil y en los cursos impares del resto de etapas. Es normal que los docentes estén un poco agobiados. Ya se ha hecho formación y este curso los centros de profesorado también impartirán. Además, los servicios de orientación asesorarán a los centros e inspección les acompañará en todo el proceso, que se irá desarrollando a lo largo del curso. Hay muchos colegios que ya trabajan por competencias, sólo tienen que adaptar lo que están haciendo. En Secundaria costará un poco más, pero es un reto y el camino de la enseñanza es éste. Los aprendizajes por competencias son más significativos que los memorísticos.

Un mal endémico de la enseñanza en las Pitiusas es la falta de centros. ¿Cómo puede costar tanto construir uno?

Cuesta muchísimo. Necesitas el solar, luego hacer el proyecto, licitarlo, encontrar una empresa... A pesar de eso se han construido los colegios de Ses Planes y Sant Ferran y ampliado la zona de Infantil de Sant Carles, donde ahora comenzará la de Primaria. Se ha nombrado al arquitecto de la ampliación de Quartó del Rei, se está trabajando en el nuevo colegio de Santa Eulària y también se intentará tener el proyecto del instituto de Vila esta legislatura. La Administración es lenta y muchas veces los ayuntamientos no prevén los terrenos.

Hay cuatro centros que hacían falta hace años y siguen sin hacerse.

Se han hecho muchas obras, aunque no se hayan construido muchos centros; eliminación de barreras arquitectónicas, renovación de instalaciones eléctricas, la ampliación del Isidor Macabich... Se han hecho muchas actuaciones de 2016 a 2022: 129 obras por importe de casi 12,5 millones de euros en Ibiza y 21 por un valor de algo más de siete millones de euros en Formentera, donde se han hecho actuaciones en todos los centros. Proporcionalmente es la isla con la inversión más elevada. Se han hecho muchas obras, pero querríamos más.

La cesión de solares para centros educativos por parte de los ayuntamientos a veces parece un juego político, se ceden o no en función del color político.

No quiero entrar ahí. Si fuera así, sería muy triste. Creo que hay que trabajar para la mejora de la enseñanza y dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía, independientemente de los colores políticos.

Llevamos dos legislaturas esperando que Santa Eulària ceda el terreno para el nuevo colegio.

Sí, llevo siete años esperando y esto viene de antes. Santa Eulària y Sant Josep eran las zonas con más presión. Sant Josep, con el colegio nuevo y la cesión de un espacio temporal en las Escoles Velles de Sant Agustí ha dejado de estar saturadísimo. Pero Santa Eulària aún lo está. La ampliación de Infantil en el colegio Sant Carles nos ha dado un respiro. A ver ahora qué pasa, pero sin más centros los que hay tienen que aguantar con aulas de Infantil a 25 y de Primaria con 27. Con apoyos, claro. Santa Eulària es ahora el municipio con más presión.

¿Y Vila?

Está algo mejor. Tenemos ratios de 20 en cuarto de Infantil, que está muy bien. En Primaria sube un poco más, pero intentamos mantenerlas a 21 o 22. Pero los institutos sí que los tenemos llenos. De momento, la ampliación del Isidor Macabich nos da un poco de aliento hasta que se construya el nuevo instituto.

¿Cómo está ese proyecto de instituto y escuela?

La escuela es la de Can Cantó, el instituto se hará al lado para que sea una misma línea, como en Mallorca. La idea es que haya una continuidad, ya que ahí está también la escoleta. Se está trabajando en el anteproyecto porque el terreno aún no lo tenemos. Se hizo un decreto para asignar este terreno para el instituto y la conselleria y el Ayuntamiento estaban mirando las características para poder hacerlo en cuanto sea posible.

¿Está más avanzado este proyecto o el del colegio de Santa Eulària?

Se está trabajando en los dos y no sabría decir cuál. El proyecto más avanzado es el desdoblamiento de Primaria de Sant Carles.

¿Cree que verá una primera piedra esta legislatura?

Me gustaría, pero no lo sé, porque los plazos son justos. Me encantaría, si no hay retraso confío en que sí.

Lleva siete años en la delegación, ¿se ha sentido frustrada en algún momento?

Sentimiento de impotencia a ratos sí que lo he tenido, lo que pasa es que amo la educación, es mi mundo. Hemos trabajado con todas nuestras fuerzas y hemos llegado hasta donde hemos podido. Hay momentos en los que te sientes impotente al ver que cuesta tanto, pero se trata de trabajar y seguir hacia adelante.

¿Qué harán con el calor en las aulas en las que se superan 30 grados?

Hay un protocolo con diferentes grados en función de las temperaturas, pero es complicado. Prevención de riesgos laborales está empezando a trabajar en ello. Se estudiarán los centros con aulas en las que las temperaturas son muy elevadas para ver si hay que poner sistemas de ventilación o climatización. Y luego hay una serie de cuestiones de sentido común sobre qué actividades hacer en según qué momentos, lo que se recomienda siempre en las alertas de calor.

Se ha propuesto que los ayuntamientos aprovechen los remanentes para esto.

Los ayuntamientos podrían hacerlo en los colegios. Siempre colaboran, se implican y compran cosas, pero cuando se trata de algo nuevo...

¿Cómo ha afectado la pandemia a los alumnos?

De diversas formas, es algo más patente en Secundaria. Se han detectado más conductas autolíticas y problemas emocionales, depresiones. Convivèxit está haciendo un trabajo importante con los protocolos de suicidio y acoso. Este curso tenemos una asesora técnica docente, que se suma a la de coeducación que ya teníamos el año pasado, para asesorar y acompañar a los centros en estos casos. La pandemia ha afectado mucho, ha sido muy duro. Ya se notó un cambio en el tercer trimestre del año pasado, cuando se quitaron las mascarillas en los centros y se pudieron ver las caras y las expresiones. En Infantil se ha detectado que con esto de las mascarillas tienen más problemas de lenguaje. Además, las expresiones son más complicadas de entender cuando no ves la sonrisa. Y no hablemos de los adolescentes y el confinamiento.

Las nuevas tecnologías fueron un arma de doble filo.

Sí, les permitieron estar conectados en ese momento, pero se han enganchado mucho y han dejado de lado las relaciones sociales cara a cara.

¿Son necesarios más recursos de salud mental en los centros?

Hay mucha coordinación con Salud a través del programa de Alerta Escolar, pero es cierto que a la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil le hacen falta más profesionales porque hay alumnos que lo necesitan. Es una demanda de hace tiempo y más ahora que han aumentado los casos.

¿Hace falta que las familias se impliquen más en la lucha contra el acoso escolar? Lo digo por el caso de Izan.

Sí, la lucha contra el acoso no es trabajo sólo de los centros educativos. Hay todo tipo de familias. Una gran mayoría están implicadas en la educación de sus hijos, pero no todas y frente a conductas como éstas, que ponen los pelos de punta, hay que intervenir de inmediato. No se pueden tolerar. Y menos cuando es tan público. Lo que pasa es que muchas veces el acoso es muy sutil, no es tan fácil de detectar. El caso de Izan es grave y requiere un trabajo conjunto entre el centro y las familias. Hay chicos que no lo harían, pero se dejan llevar por el grupo y ahí hay que trabajar muchísimo. Los adultos debemos ser modelo. El caso de Izan es extremadamente cruel, duro y visible.

¿Algún día toda la educación infantil será gratis?

El objetivo es llegar a eso. Se ha comenzado con de dos a tres años y la idea es avanzar hasta que toda sea gratis. Esperamos que en Ibiza cada vez haya más escoletes de la red.

Hablemos de Pablo. ¿No se le podría haber dejado estudiar jardinería hace dos cursos y evitar todo el sufrimiento de él y su madre?

Hace dos cursos Pablo no había repetido nunca y tiene derecho a repetir y a madurar. En aquel momento no se consideró adecuado. Además, hace dos cursos la ley no permitía poner apoyos en FP, podías hacer una adaptación con los recursos ya disponibles, que es como se ha hecho con otros alumnos, pero no ponerle un profesional a un alumno. Ha sido un caso muy complicado. Lo he pasado mal. Encontrar una vía era importante para mí, sobre todo porque creo que se tiene que abrir la FP a los alumnos con necesidades educativas especiales. Tiene que haber unas plazas reservadas para ellos y con una salida profesional a través del SOIB. Hay que darles salida a todos los alumnos.

¿Entiende que es rara toda esa negativa viniendo de un gobierno...

...que defiende la educación inclusiva, sí. He visto que no se entendía. Intentas dar respuesta y recursos, pero a veces hay que esperar al momento adecuado.

Las familias dicen que faltan recursos para atención a la diversidad.

Pienso que hay suficientes. Y si salen nuevas necesidades las estudiaremos y los aumentaremos. Por muchos que pongas siempre dirán que hacen falta más.

¿Le ilusionaba más la vuelta al cole cuando estaba en su centro?

Llegaba más descansada a septiembre, eso sí, pero empezar un curso nuevo siempre me hace ilusión porque trabajar por la educación es lo que más me gusta. Este trabajo me satisface.

¿Es un buen cargo para alguien que ama la enseñanza?

Conoces los centros y su realidad de cerca y transmites a Mallorca las necesidades que tienen. Eso me ha gustado mucho, pero es cierto que muchas veces te encuentras con que no puedes llegar a todo y eso se hace cuesta arriba. Es un cargo complejo. Seguramente, con el cambio de ley que transforma las delegaciones en direcciones habrá más poder de decisión desde Ibiza.

Compartir el artículo

stats