El juicio que debía celebrarse esta mañana en la Audiencia Provincial de Palma para juzgar al acosador de Sara Calleja, Christian C., se ha suspendido por “problemas burocráticos con Bélgica (donde reside)”, según ha explicado el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB). Se ha señalado una nueva fecha: será el 23 de mayo y el acusado comparecerá por videoconferencia al residir en el citado país.

De nuevo, habrá que esperar ocho meses a una sentencia que se demora en el tiempo. De hecho, según ha podido saber Diario de Ibiza, los allegados de la fallecida han conocido la suspensión del juicio tras una llamada de este medio. “Estamos abandonados”, lamentan.

Cabe recordar que el encausado se enfrenta a siete años de cárcel por los delitos de quebrantamiento de condena -por el que la Fiscalía pide un año de condena- y de maltrato psíquico y coacciones -por cada uno de los cuales la acusación reclama que se le imponga al acusado una pena de tres años de prisión-. El escrito de acusación también reclama a Christian C. el pago de una indemnización por valor de 60.000 euros a los dos hijos de Sara Calleja «por los daños morales y perjuicios causados».

El encausado está siendo procesado por varios hechos que ocurrieron entre los años 2014 y 2015, cuando sobre Christian C., nacido en 1962 y nacional de Bélgica, recaía la prohibición de aproximarse y de comunicarse con Calleja, nacida en 1963, con quien había mantenido una relación sentimental durante tres años y dos meses cesada por voluntad de la mujer en septiembre de 2013, según recuerda el escrito de acusación redactado por la Fiscalía. En ese momento, ambos residían en León.

El acusado, que no aceptó la ruptura, comenzó entonces a hostigar a la mujer con continuas llamadas y "cientos de mensajes y correos electrónicos con expresiones despreciativas e intimidatorias coartando y perturbando la tranquilidad y normal desarrollo de la vida" de Calleja, a pesar del rechazo de ella a continuar en contacto con él.

Por estos hechos fue juzgado en León 2014 y por ello se le impuso la prohibición de establecer ningún tipo de comunicación con su víctima, vigente para un plazo de cinco años, desde el 16 de junio de 2014 al 14 de junio de 2019.

Cuando Christian C. salió del centro penitenciario en el que se encontraba recluido, la mujer optó por marcharse a Ibiza ante el temor de que su acosador mantuviese su hostigamiento. El escrito de acusación relata que Christian C. realizó desde entonces varias llamadas telefónicas a la mujer, le envió mensajes al móvil y le escribió asimismo correos electrónicos. Además, habría enviado "al menos" cuatro cartas al domicilio en el que ella residía con su hermano antes de trasladarse a Ibiza y otras doce a la vivienda en la que residía su madre, cuyo contenido -mensajes escritos y objetos simbólicos, muchos de contenido sexual- detalla escrupulosamente el escrito de la Fiscalía.

Todos estos hechos, describe la Fiscalía, originaron a Calleja "una depresión mayor, siendo diagnosticada de trastorno adaptativo mixto con ansiedad y trastorno de ánimo depresivo, necesitando tratamiento farmacológico, psicológico y psiquiátrico". Inmersa en ese estado anímico, la mujer se suicidó finalmente, dos meses después de haber intentado quitarse la vida. Como detalla el escrito de acusación, Sara Calleja no logró «sobreponerse a la grave perturbación psíquica que el encausado le había ocasionado, llevando a cabo un primer intento autolítico el día 7 de abril de 2015, acabando finalmente con su vida el 11 de julio de 2015».