El termómetro de la estación de Ibiza ha alcanzado una temperatura histórica de 40,6ºC a las 13 horas de este sábado 13 de julio, con lo que Aemet ha elevado a roja la alerta por altas temperaturas, que según la agencia podrían alcanzar los 43ºC durante el día de hoy.

Hoy sábado es el día que más calor se registra en la isla de todo el año, y seguramente de muchos anteriores. La Agencia Estatal de Meteorología había activado para hoy la alerta naranja por altas temperaturas entre las 12 y las 18 horas, pero luego ha decidido elevarla a roja. Los termómetros pueden alcanzar los 43ºC, pero la sensación térmica puede superar los 45ºC. El único dato 'refrescante' que ofrece la Aemet es que este infernal calor no irá acompañado de humedad, por lo que muchos sudarán bastante menos que días anteriores en los que el porcentaje de humedad se acercaba al 90% (hoy como máximo será del 50). Y por la noche, evidentemente, no habrá tregua, ya que las mínimas se situarán en los 24 grados.

Una semana muy dura

Las altas temperaturas registradas en Ibiza desde junio, cuando los meteorólogos anunciaron el comienzo de esta ola de calor que no tiene fin, han tenido su punto álgido la última semana. Según los datos de la Aemet, desde el sábado 6 las máximas en las Pitiusas se han situado cada día en los 35 grados, llegando a los 37 el pasado 9 de agosto.

El calor, además, ha impregnado tanto los días como las noches ibicencas, con una media de 22 grados las mínimas.

El mercurio parece no dar respiro pero según la agencia estatal se trata de la 'traca final' de calor. Así denomina la Aemet a este fenómeno, porque las temperaturas suben una última vez antes de dar un respiro. La previsión es que a partir del miércoles tengamos un poco de respiro y empiecen a descender.

Crisis climática

El calor extremo de este verano es, en gran parte, culpa del avance del calentamiento global. La crisis climática está provocando que los días de temperaturas extremas sean cada vez más frecuentes, intensos y duraderos. Según apunta el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), el mayor análisis hasta la fecha sobre el presente y el futuro de la crisis climática, una ola de calor extremo que antaño hubiera ocurrido cada 50 años, ahora es casi cinco veces más probable que ocurra y que deje temperaturas hasta un grado por encima de lo que hace un siglo hubiera sido considerado como normal.

Este verano, sin ir más lejos, España ha vivido un episodio de calor extremo tras otro. En junio se vivió una de las olas de calor más tempranas desde que existen registros. En julio llegó una de las olas de calor más extremas jamás observadas en el país. Durante ese episodio se llegó a registrar la anomalía térmica más extrema de la historia de España, con temperaturas hasta 4,2 grados por encima de los valores normales para esta época del año. Más allá de los registros de esta ola de calor, julio se zanjó como el más cálido jamás registrado en España. Agosto, a su vez, también ha empezado con una ola de calor extremo y prolongado que, hoy por hoy, todavía no ha dado tregua.

Según apunta un análisis de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el número de días al año que se superan los umbrales de temperatura de ola de calor en la Península Ibérica se ha duplicado desde 1984. Las noches tórridas con temperaturas superiores a los 25 grados se han multiplicado por diez en las 10 capitales españolas más pobladas. Esto implica que al menos una cuarta parte de la población española está cada vez más expuesta a temperaturas extremas que dificultan conciliar el sueño.