u Que en un mismo día muriera un extranjero de 35 años mientras practicaba apnea en una piscina particular en Santa Eulària y otro, también extranjero, tuviera que ser ingresado en la UCI de la Policlínica Nuesta Señora del Rosario tras fracturarse al mar al caer sobre las rocas cuando saltó desde una altura de cinco metros en Cala Salada. Durante el verano, las imprudencias en el mar y en las piscinas se multiplican y pueden acarrear trágicas consecuencias. Hay que extremar las precauciones y no asumir riesgos innecesarios para evitar lesiones graves o incluso la muerte.
u El negocio que mueve en Ibiza la espiritualidad. Con esta excusa todo tipo de charlatanes y curanderos ofrecen servicios de pago para «curar cualquier cosa», algo que les convierte en muy peligrosos para personas enfermas de gravedad que crean en estos iluminados. Pese al plan de acción ministerial contra las pseudociencias y las pseudoterapias, estas ofertas de Ibiza proliferan en las plataformas.