El conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, defendió ayer en el pleno del Parlament que, «sin ningún tipo de duda», el Govern balear es la administración que más ha trabajado y trabaja para solventar los episodios de vertidos fecales que se producen en Sa Llavanera, en Ibiza.

Según Mir, el Ejecutivo balear asume las responsabilidades y competencias que le corresponden, declaró para contestar a la diputada del PP, Tania Marí, quien le preguntó si el Govern iba a asumir responsabilidades por estos vertidos fecales.

Marí recodó cómo el pasado año su compañera, la diputada Virginia Marí, reclamó soluciones para acabar con la «piscina fecal» que se produce en la zona. Entonces, el conseller anunció las inversiones necesarias para solventar el problema, aunque «en los últimos meses hemos comprobado que las inversiones no han llegado porque siguen las deficiencias».

La diputada explicó que hay «administraciones que se esconden», tal como opinó que hizo el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, «cuando hace días aseguró que había abierto un expediente a Abaqua, aunque finalmente solo era una petición de información». También pidió al conseller que «presione» a la concesionaria para que se acaben las obras pendientes y la depuradora de Ibiza «funcione mínimamente».

El conseller expresó su empatía hacia los vecinos que sufren los efectos de los vertidos y defendió la actuación de Abaqua cuando se han registrado incidencias. También recordó la inversión de hasta 3 millones de euros para garantizar un mejor funcionamiento de la depuradora. Sobre ella, reconoció que es una de las instalaciones de Balears que no cumple con los parámetros de depuración y apeló a «la corresponsabilidad entre las administraciones con competencias como solución definitiva».