Álvaro Jiménez está camino de cumplir 17 años como usuario del proyecto social ‘Un mar de posibilidades’. Tiene 27 y nació con el síndrome de Prader-Willi, un trastorno genético poco común que provoca disminución de la fuerza muscular, bajos niveles de hormonas sexuales y una sensación constante de hambre. «Para él este programa es una maravilla», dice su padre, Gonzalo Jiménez, que lleva nueve años como voluntario.
Álvaro es un apasionado del mar, así que hacer actividades durante todo el verano con sus compañeros de la Asociación de Deporte Adaptado de Ibiza y Formentera (Addif), que también participan en este programa, es un regalo. «No hace falta ni preguntarle cómo se lo pasa porque se lo veo en la cara cuando voy a recogerle», añade el progenitor. Como Álvaro hay cientos de participantes cada año; de hecho, esperan que este se sobrepasen los 400.
El proyecto, desarrollado en la playa de Talamanca por el Club Náutico de Ibiza con el apoyo del Govern, Consell, los cinco ayuntamientos y la colaboración de empresas privadas, lleva desde 2004 ofreciendo actividades de aventura, lúdicas, artísticas, deportivas y terapéuticas en el mar destinadas a personas con necesidades especiales. La semana pasada alertaron de su posible suspensión esta temporada por «problemas» en la tramitación de los permisos de ocupación con Demarcación de Costas. Sin embargo, en un acto celebrado esta tarde en el Auditorio de Cas Serres, el impulsor del programa, Pedro Cárceles, ha confirmado que seguirá adelante. «Nunca desaparecerá porque es un programa que defiende los valores sociales y que está apoyado por todas las instituciones», ha asegurado.
En este momento, «se trabaja en subsanar los errores a la hora de tramitar la concesión», ha reconocido Cárceles. Y es que, desde la última petición de ocupación que hicieron desde el Club Náutico en 2018 (ya que es para cuatro años), los requerimientos han cambiado mucho. «Antes lo solicitábamos de forma muy fácil, pero ahora tenemos que presentar un informe de impacto medioambiental, otro del desarrollo de la actividad… y se ha complicado», ha dicho, a pesar de que empezaron a tramitarlo el año pasado.
«Dicen que dar un paso atrás significa coger impulso para seguir adelante y vamos a aprovechar este problemilla», ha apuntado Cárceles. Su objetivo ahora pasa por conseguir una concesión permanente que les permita hacer actividades de forma ininterrumpida durante todo el año.
El acto ha comenzado pasadas las 18.15 horas y ha contado con representantes de todas las administraciones, también de asociaciones de Ibiza y empresas colaboradoras, así como de usuarios, voluntarios y organizadores. Con mucha música, fotos proyectadas en una gran pantalla y obras de teatro previamente grabadas, ‘Un mar de posibilidades’ ha dejado claro que seguirán al pie del cañón sin perder un ápice de su encanto. «Somos un espacio donde se te quiere por ser tú».
Todos a una para que el programa siga adelante y crezca un poco más cada año. «A veces cura más un abrazo que una pastilla», ha concluido el presidente del Club Náutico, Joan Marí.
