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Turismo

La guerra ralentiza las reservas turísticas de Ibiza, sobre todo las de los británicos

La curva ascendente de ventas que presagiaba una excelente temporada se quebró con la invasión de Ucrania, y aunque luego se ha recuperado, va a menor ritmo. El lado positivo: la tasa de cancelaciones es inferior a la de 2019

La guerra ralentiza las reservas turísticas, sobretodo las de los británicos

Iba todo tan bien, había un «flujo de reservas tan animado»… Y entonces Vladimir Putin invadió Ucrania. La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de las Pitiusas, Ana Gordillo, habla del periodo prebélico como de una arcadia: la incertidumbre de la pandemia se disipaba, todo hacía presagiar una temporada maravillosa, «de recuperación», en la que se rescatarían los turistas perdidos. Esa esperanza se desvaneció desde que los tanques, los misiles y los Su-25 empezaron a destruir Kiev y Jarkov: las reservas «se han ralentizado» desde entonces, señala Gordillo, que asegura que «los turistas prefieren ver cómo evoluciona la guerra antes que comprar».

José María Ramón, CEO del motor de reservas Neobookings, ve el vaso medio lleno: sí, se han ralentizado, pero «siguen entrando reservas», asegura. «Crecemos por encima de 2021. No a un ritmo brutal, pero cada día hay más ventas. Al menos no vamos hacia atrás». Ramón confía en que empiecen a subir en mayo y cree firmemente que las compras de última hora volverán a ser las protagonistas, como en 2021.

Ya en marzo, ha vuelto a crecer, «pero no tanto como en meses anteriores». De hecho, las reservas de británicos (principal mercado de Ibiza) caen en lo que llevamos de mes un 33% respecto al mismo periodo de 2021

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Según los gráficos que elabora Ramón a partir de los datos de su motor de reservas, en enero se produjo un incremento importante debido, básicamente, al turista británico que viaja con turoperadores como Jet2. Pero aquella curva ascendente se rompió con la invasión, especialmente los días 26 y 27 de febrero. Después, ya en marzo, ha vuelto a crecer, «pero no tanto como en meses anteriores». De hecho, las reservas de británicos (principal mercado de Ibiza) caen en lo que llevamos de mes un 33% respecto al mismo periodo de 2021, que ya fue flojo, mientras que las de italianos suben un 216%, las de alemanes un 41%, las de suizos un 127% y las de franceses un 103%. Los holandeses, que eran los que más subían porcentualmente en los dos primeros meses de 2022, sólo registran un alza del 20% en marzo. Caen, eso sí, un 6% las de españoles. Ana Gordillo, no obstante, confía en que el turista nacional sea otra vez el que venga al rescate de este destino, como en 2020 y en 2021. También espera que el 100% de la planta hotelera esté activa en junio.

Viajar en la era cambiante

Visto mes a mes, en marzo sólo han crecido un 17% las reservas respecto al mismo mes de hace un año, mientras que en enero aumentaron un 215% y en febrero, un 187%. Crecer, crecen, pero ya no al ritmo previo a los ataques rusos. Aun así, Ramón ve «positivo» que haya turistas que sigan pensando en venir a Ibiza tras la pandemia y la actual amenaza de un holocausto nuclear.

"Creo que el miedo también provoca en las personas la necesidad de disfrutar cuanto antes… no sea que ahora nos ataquen los aliens o se pulse el temido botón rojo»

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Ramón, optimista nato, ofrece otro dato positivo: la tasa de cancelación de reservas en este trimestre es del 24%, cuando en el mismo periodo de 2019 era del 32% y en 2021 se cerró el año con una cancelación media del 40%. «Es cierto -explica- que ahora las reservas son mucho más flexibles. La gente ha aprendido a modificarlas y gestionarlas mejor. Pero también se han dado cuenta de que viven en una era cambiante. Cada vez están más acostumbrados a vivir con la incertidumbre. Creo que el miedo también provoca en las personas la necesidad de disfrutar cuanto antes… no sea que ahora nos ataquen los aliens o se pulse el temido botón rojo». En ese sentido, la isla, como destino refugio, lejos del posible teatro de operaciones, también juega a favor de este destino, señala.

Gráfico DI

Otros datos para optimistas: «Hay un elevado incremento de las estancias medias. Las de entre siete y 10 noches suben un 9%, y las de más de 10 noches suben un 6% respecto a 2019 en las mismas fechas». Además, los precios son un 9% más caros que en el periodo precovid.

La Semana Santa, «floja»

Precisamente, Alicia Reina, presidenta de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), alerta de que subirán los precios. No les queda otra a los hoteleros, avisa, dada la desbocada inflación: «Se va a agudizar -señala-. Ese incremento (en mercaderías, en salarios, en combustible, en energía…) se trasladará al sector vacacional, y este al cliente, de manera que el turista que en estas circunstancias va a poder venir a las islas esta temporada será de poder adquisitivo alto».

"La inflación se va a agudizar. Se trasladará al sector vacacional, y este al cliente, de manera que el turista que en estas circunstancias va a poder venir a las islas esta temporada será de poder adquisitivo alto»

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Reina asegura que el sector «ya ha notado el impacto de la guerra». Como el CEO de Neobookings, recuerda que antes de que empezaran los disparos «había un buen ritmo de reservas», pero después «se ha ralentizado bastante». «El cliente -afirma la hotelera-, a la vista de este conflicto, está intentando reservar para más tarde con la esperanza de que la guerra acabe cuanto antes». No espera gran cosa para el mes de abril: «La Semana Santa será bastante floja. Y mayo, veremos». Y eso afecta paralelamente al mercado laboral: «En Ibiza hay escasez de personal, lo cual nos obliga a reclutarlo cuanto antes. Si tardas en contratar, te lo quita otro hotel que abre antes. Pero abrir con toda la plantilla cuando el alojamiento está vacío es complicado».

José Antonio Roselló, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) analiza la situación desde dos puntos de vista: el emocional y el económico. Emocionalmente, las imágenes de misiles cayendo sobre barrios residenciales y la amenaza de que el conflicto se extienda a los países que forman parte de la OTAN «ya han frenado el ritmo de las reservas», porque «la gente está desconcertada, no sabe qué pasará».

"Se da por sentado que si se alarga la invasión caerá la tasa de crecimiento y algún país europeo entrará en recesión, lo que a su vez también detendrá las reservas». Y todo apunta a que la solución no es inminente, más bien lo contrario

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Desde el punto de vista económico, Roselló alerta de que «se da por sentado que si se alarga la invasión caerá la tasa de crecimiento y algún país europeo entrará en recesión, lo que a su vez también detendrá las reservas». Y todo apunta a que la solución no es inminente, más bien lo contrario. En ese sentido, el vicepresidente de la CAEB considera que hay que dejar de pensar «sólo a corto plazo». A su juicio, «más importante que lo que pase esta temporada es lo que ocurra en las siguientes. Si, como parece, el conflicto va a durar, tendrá muchos efectos económicos que perdurarán. Hay que tener una visión a medio plazo en Eivissa que nos obligue a preocuparnos de la bondad de este destino, que hay que mejorar».

«Los tipos a 10 años y a cinco años están muy cercanos. Eso significa que los mercados prevén una situación de estancamiento o de recesión"

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¿En qué se basa para pensar que el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania va para largo? En los tipos de interés: «Los tipos a 10 años y a cinco años están muy cercanos. Eso significa que los mercados prevén una situación de estancamiento o de recesión. De ahí que debamos trascender el corto plazo y pensar que, a día de hoy, la economía puede ir a peor». Y en ese escenario (a peor) «se reducirá la demanda y habrá que luchar más por el cliente. La situación será complicada para todos los destinos».

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