¿Y si? El Gochu y los Lechones surgió de un ‘¿y si?’ un domingo por la tarde de mediados de febrero en el paseo de Vara de Rey. Entre cafés y tés, bromearon sobre qué arroz de matanzas podría salir de la combinación de una portmanyí (María José Torres), una josepina (concretamente de es Cubells, Carmen Tur), un vilero (Edu), un asturiano (Ignacio García) y una onubense, Mara (que finalmente se sumó a otro equipo, Cañas Press Team). Aquel ‘¿y si?’ se convirtió ayer en realidad, cuando se volvió a celebrar el campeonato mundial de arroz de matanzas en el centro de Sant Antoni tras un año, 2021, en el que quedó suspendido a causa de la pandemia. El último tuvo lugar el 1 de febrero de 2020, cuando participaron 84 equipos. Un mes y medio después nos confinaron.
Ignacio García, edil del PP en Vila y abogado, propuso que se llamaran así en referencia al nombre que reciben los cerdos en su Asturias natal (gochus). Torres preparó el viernes en su casa el caldo de pollastre pagès, cazado al vuelo por su abuela Lali, de 102 años de edad (sí, parece mentira, pero menuda es aún la Lali a su edad). Lo cocinó siguiendo la receta de su madre, María Cardona. No faltó la xulla vella. Aparte, elaboró la picada, con ñora, ajo, hígado de pollo, tomate y perejil, de lo que resultó una masa espesa de intenso olor. Ya en la calle, sofrieron los pebrassos con pimiento rojo y verde, para luego añadir la carne (costillas, solomillo y cuello de cerdo, además de pollo). Tras sumar el caldo de pollo y el safrà bo (el de hebras, tostado y picado), optaron por la técnica del chup chup, es decir, dejar cocer a fuego lento y seguir el consejo que aparece en ‘Macbeth’: «El cocinero es malo si chuparse los dedos no acostumbra».
Tras sumar el caldo de pollo y el safrà bo (el de hebras, tostado y picado), optaron por la técnica del chup chup, es decir, dejar cocer a fuego lento y seguir el consejo que aparece en ‘Macbeth’: «El cocinero es malo si chuparse los dedos no acostumbra»
El «misterio», avisaba Torres poco antes de encender el fogón, era saber qué especies echarían a la olla. Si fuera por ella, tot espècie, un preparado muy ibicenco que ya usaba su madre y que «lleva de todo»; si fuera por Carmen Tur, canela, «algo propio de es Cubells». Decidieron sobre la marcha que de canela, ni una pizca. Se guiaron también por el consejo de Juanito Costa (del equipo Arrosx3), cocinero que ha quedado casi siempre cuarto en el concurso. Una vez estuvo a punto de subir al podio, pero el atrevimiento de echar sepia le penalizó.
Es el segundo arroz de matanzas que prepara Torres. En realidad, confiesa, el primero. En el primer concurso en el que participó, de repente apareció El Barbas (Miquel Tur, cocinero y padre del edil de Fiestas de Sant Antoni, Miguel), que al ver que a esa colla le faltaba un hervor como cocinillas, fue a su casa y regresó con una olla de las buenas, de las profesionales, y con pebrassos. Puso orden y empezó a dirigir aquella cocina.
El recuerdo de Miquel El Barbas, fallecido este invierno, estuvo presente en otro de los puestos, el de Los Miquelets, nombre con el que sus amigos quisieron homenajear al entrañable cocinero
Precisamente, el recuerdo de Miquel El Barbas, fallecido este invierno, estuvo presente en otro de los puestos, el de Los Miquelets, nombre con el que sus amigos quisieron homenajear al entrañable cocinero, que meses atrás les había propuesto presentarse a este concurso mundial. «¡¡Va por ti!!», rezaba el cartel colgado en el puesto, en el que cocinaron la hija (Olga) y el hijo de El Barbas, así como Pepe y, como chef, Toni Canals, «cocinero de toda la vida», según Miguel Tur, que pese a ser cocinero profesional sólo ha conseguido un segundo puesto en este concurso: «Aquí hay mucho nivel, aunque no sean chefs profesionales». En Los Miquelets esperaban la visita de una decena de amigos de Granada y de 30 de su «pandilla». Por allí pasó incluso el presidente del Consell, Vicent Marí.
Del chaparrón que cayó a las 10.45 horas se pasó a un día soleado que atrajo, como antes de que estallara la pandemia, a cientos de personas que querían disfrutar del arroz y, sobre todo, del ambientazo. El concurso trasciende las fronteras pitiusas. Por ejemplo, Marga Ferrer llegó ayer desde Palma, y Yeli Oyola, desde Cáceres, para formar parte de los Gondolieris junto a José Antonio Verdugo, Pablo Quesada y Pilar Escandell.
Hay grupos que nunca fallan a esta cita, como el de la Autoescuela Santa Gertrudis, formado por las amigas de instituto (de eso hace varias décadas) Virginia Picorelli, Rosana Linares, Mari Campillo, Marga Prats, Marta Roig, Alicia Cardona y la chef Cati de Can Pou, cuya receta de la picada es «secreta» y jamás echa canela: «Jamás. Ni hablar», zanja Picorelli. Ojo, que escoger entre canela o tot espècie puede ser casus belli. Han ganado ya tres veces, aunque lo importante es cómo se lo pasan.
El jurado otorgó el primer puesto a Can Jurat Team; el segundo, a La Chupipandi, y el tercero, a Ibiza In.
