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Invasión de Ucrania

Suben los precios de las empresas de transporte en Ibiza por la escalada del carburante

Otro «problema» que afecta a las empresas del sector son los talleres de mecánica que «cada vez tiene menos piezas y mano de obra»

Un grupo de camiones entra en la bodega de un buque atracado en la estación marítima de es Botafoc.

«O subes los precios o cierras». Así de claro se manifiesta sobre la escalada de precios del carburante José Raya, presidente de la Asociación de Transportistas de la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (Pimeef) y propietario de una empresa de logística. En su caso, esta misma semana ha empezado a pasar a sus clientes las nuevas tarifas, que se incrementan entre un 15 y un 20%, el mismo porcentaje que se ven obligados a aplicar otros empresarios consultados por Raya.

«Llevábamos años sin subir los precios», destaca el representante de la patronal, que añade que entre enero del año pasado y enero del actual el carburante se ha disparado un 50%. El coste del gasóleo representa el 33% aproximado de los costes de funcionamiento de las empresas de la isla, a lo que se suma la amortización de los vehículos y, sobre todo, el personal, que es lo que absorbe más recursos.

Precisamente, al margen de la subida del carburante, Raya añade que hay «poca mano de obra» y que se está produciendo un trasvase de trabajadores entre empresas que ha obligado a «subir los sueldos». «También se ha disparado la morosidad», indica. Otro «problema» que afecta a las empresas del sector son los talleres de mecánica que «cada vez tiene menos piezas y mano de obra». Si antes una avería se resolvía en dos días, ahora puedes tener un caminó parado durante una semana», lamenta.

De todos modos, el presidente de la Asociación de Transportes de la Pimeef apunta que desde la segunda quincena de febrero se ha producido un incremento de trabajo. «Ahora hay muchísimo, una barbaridad. Basta ver cómo se halla la construcción, que lo mueve todo», justifica, al tiempo que señala que, según su criterio, la subida de precios como consecuencia de la escalada del precio del combustible no afectará a la creciente actividad en su sector. «Se va a absorber bien [la subida de precios generalizada]. El que necesita algo, lo tiene que pagar. Es una cadena. Nosotros tenemos que cobrar más para prestar el servicio», indica.

Dicho esto, Raya lamenta la incertidumbre sobre las consecuencias económicas de la invasión de Rusia a Ucrania. «Habrá que ver qué pasa con el turismo rico, y el tema de los barcos. En la Pimeef se habla del turismo alemán, que, como ese país es muy dependiente del gas y las cosas se ponen mal, a ver si se echa atrás», dice.

Transporte público de autobuses

Por su parte, las empresas concesionarias del transporte público por carretera también sufren las consecuencias de la subida del precio del carburante y la incertidumbre de si la situación puede ir a peor. «No había visto nunca algo igual. En los dos últimos años se han sucedido cosas que no habíamos visto nunca, esta es una de ellas», afirma el gerente de Voramar-El Gaucho, del grupo Alsa, y vicepresidente y representante en Ibiza de la Federación Empresarial Balear de Transporte José María Cardona, en referencia a la escalada de precios del gasóleo. «También nos afecta el problema de los recambios, pero es menor comparado con lo del carburante», indica.

El transporte público por carretera tiene «un margen [de beneficio] muy limitado, con precios controlados por la Administración», por lo que revindica que se autorice la subida de las tarifas. «Se tiene que aumentar», señala Cardona, que estima que, si no lo compensa la Administración, se debería subir un 10% el precio de «todos los tiques». Si el Consell no autorizase la subida de los tiques, sería «un golpe muy fuerte». «No quiero ser catastrofista, pero sería un buen golpe. No quiero pensar en ello. Venimos de donde venimos y las intenciones de la Administración han sido las de colaborar. Pienso que seguirá así. Las empresas poco más pueden asumir. Después de dos años de pandemia, pensábamos que esta iba a ser la temporada de la salvación… y nos hallamos esto», lamenta.

Una portavoz del Consell informa de que se está «estudiando» si, en «el caso que fuera necesario, habría alguna forma de compensar la subida del precio del carburante».

Las tarifas de los taxis, bloqueadas

Por otra parte, el presidente de la Federación Insular del Taxi, Antoni Riera, advierte de que la subida del precio del combustible por la invasión de Ucrania «afecta enormemente» porque agrava el bloqueo de la revisión de las tarifas. Desde 2014 no se revisan los precios del sector y, pese a la insistencia de los taxistas, no se hará hasta que se desatasque la nueva orden insular de carga y descarga del taxi consensuada por el Consell y los ayuntamientos de la isla en septiembre de 2020.

Hace más de tres meses, el Consell encargó un dictamen al Consell Consultiu para que resuelva qué administración (la institución insular o el Govern balear) es competente para aprobar esta regulación.

Mientras tanto, sigue subiendo el precio del carburante. «Casi se ha duplicado el coste del carburante en todo este tiempo. En verano, un taxista llena el depósito entre una o dos veces», indica Riera, que destaca que, antes de que se iniciara la invasión militar rusa en Ucrania, la subida debía ser de «un mínimo del 10%». Ahora este porcentaje se queda corto, según el presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de la Ciudad de Ibiza, Alejandro Cardell, que estima que el incremento se debería situar entre el 17-18%. «Estamos con las manos atadas y acumulando muchos años asumiendo gastos. La situación es bastante crítica, de desazón e incertidumbre por lo que pueda pasar», subraya.

Riera ve «negro» que de cara a la próxima temporada, el Consell o el Govern hayan aprobado la orden insular de carga y descarga en la que se prevé la actualización de las tarifas, mientras que Cardell asegura que debe estar. «Quiero pensar que sí, pero es más un sentimiento interno. Es complicado», reconoce Cardell, que apela a «la voluntad política». «No sé si al final habrá que hacer algún tipo de presión porque todo sigue igual. No queremos llegar a este punto. Siempre somos los malos y molestamos. Las cosas a veces se solucionan presionando, aunque no debería ser así», añade.

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