Propietarios de negocios de la zona de la Marina de Ibiza y vecinos del barrio, explican que el motivo de la disputa por la que un hombre fue detenido por tratar de agredir a otro con una motosierra el pasado lunes, fue porque el agresor, que vivía de okupa en una casa de la zona, habría recibido una carta de desahucio ese mismo día. «No sabemos por qué pero [el agresor] estaba seguro de que el dueño del restaurante se había puesto en contacto con el propietario del piso que está okupando para que le echara de la casa», explica una testigo.
Según relata, el detenido estaba esperando al dueño del restaurante italiano, que se encuentra en el carrer d’Enmig. «Escuché como encendía y apagaba la motosierra durante toda la mañana», comenta. Cuando le vio, bajó de su casa (ubicada en la misma calle) y «comenzó a amenazarle con una navaja», explica. «Le dijo que él no tenía ningún miedo porque ya había ido a la cárcel por intento de homicidio», recuerda la testigo. Entre gritos y amenazas, el agresor, de nacionalidad española, igual que la víctima, se metió en su portal y tiró al suelo el cuchillo.
Instantes más tarde, regresó con una motosierra encendida y, en actitud amenazante, hizo algunos cortes en una de las mesas de madera de la terraza del restaurante. Aunque una trabajadora de una tienda cercana al lugar de los hechos comentó a este diario que «parecía más bien que quería llamar la atención» y no «matar a nadie», otros testigos apuntan que se acercó peligrosamente a la persona agredida, que «temió por su vida». Un grupo de vecinos, alertados por los gritos, se acercaron hasta el lugar y trataron de ayudar al propietario. El detenido, que se encontraba en estado de embriaguez y que, según explican, es un consumidor regular de estupefacientes, bajó la guardia durante un instante, momento que aprovecharon los vecinos para desarmarle. Al verse acorralado, subió corriendo a su casa, donde agentes de la Policía Nacional, que llegó 30 minutos después de la agresión, según apuntan algunos testigos, le detuvo, acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa. El hombre pasará a disposición judicial a lo largo del día de hoy, informaron fuentes cercanas al caso.
No es la primera vez
Vecinos y empresarios denunciaron nuevamente ante este diario la «falta de presencia policial en la zona». «Nunca habíamos visto una agresión con motosierra, pero aquí hemos visto de todo: navajazos, robos, pistolas...», explica uno de ellos. Sin ir más lejos, un trabajador de una tienda cercana al incidente del lunes, fue atacado el año pasado por otros dos okupas que vivían en la zona con un palo con pinchos.
«Estaba sacando las mesas de la terraza cuando uno de ellos [dos hermanos que vivían de okupas en el barrio] trató de agredirme», recuerda el hombre. Aunque consiguió reducirle, el otro hombre se acercó por detrás y le dio en la cabeza con un palo con pinchos, explica. Un grupo de vecinos tuvieron que trasladarle al hospital. «Puse una denuncia y como si nada. Tal cual como entró en los juzgados salió, ese es el problema. Siempre pasa lo mismo», critica.
