Si a Tomás Rojo (Rosario, Argentina, 1985) le dan a elegir entre ver una buena película o un partido de fútbol, lo tiene claro, se tira de cabeza por la primera opción. El cine le encanta desde que tiene uso de razón y es a lo que quiere dedicarse en las próximas décadas. Del fútbol solo le gusta jugar y seguir los partidos del único equipo del que es forofo, Rosario Central, aunque eso implique ponerse el despertador a las tres de la madrugada. Él mismo lo reconoce, es un futbolista atípico, que compagina desde años este deporte con el séptimo arte.
La afición por el cine le viene de familia. Cuando era pequeño su padre tenía un videoclub y al cerrar el negocio su casa se llenó de cintas de vídeo VHS que le despertaron su vena cinéfila y sus primeras inquietudes cinematográficas. No fue hasta los 17 años que decidió dar el salto y estudiar Guion y dirección en la escuela Metrópolis c.e. de Madrid.
Pero mucho antes de rodar sus primeros cortometrajes, empezó a darle a la pelota. Juega desde los cinco años. Con doce jugaba en las categorías inferiores de Newell’s Old Boys de Rosario, el club de donde salió Messi. Cuando en tiempos del corralito en Argentina se trasladó con su familia a vivir a la capital de España, jugó en las categorías inferiores del Alcorcón y después en el Real Madrid, en juvenil. Estuvo un año. Luego le cedieron a otro club y decidió trasladar su residencia a Ibiza, donde sus padres estaban ya viviendo.
En la isla lleva residiendo desde hace unos 17 años, así que ya se considera más ibicenco que argentino. En este tiempo ha pasado por gran cantidad de clubes: Luchador, Sant Rafel, Portmany, Isleño y Ciudad de Ibiza. Con la mayoría ha vivido su ascenso a Tercera División. En estos momentos es jugador en el Inter Ibiza, que justamente el pasado mes consiguió su primer ascenso a Tercera.
En todo este tiempo ha compatibilizado su faceta de futbolista en Ibiza, con la de realizador, labor que ha desarrollado fundamentalmente en Madrid, que es donde tiene su productora, Delático Films. La montó en 2008 con otros tres socios con los que ha hecho la mayoría de sus trabajos.
Hasta el momento ha escrito y dirigido siete cortometrajes, con los que ha conseguido más de 200 selecciones oficiales en festivales de todo el mundo y unos 30 premios. Su primer título, ‘Buenos muchachos’, realizado en 2004, lo proyectaron en el Cinemad en los Cines Callao. Otro de sus trabajos, ‘Arena fértil’, rodado en los campamentos de refugiados saharauis en 2012, fue elegido mejor cortometraje en el CineMálaga y formó parte de la sección oficial del Festival de Málaga. ‘La baldosa detrás del charco’, de 2019, que protagonizan los actores Irene Arcos y Aure Sánchez, se ha visto ya en festivales de doce países, entre ellos Ibicine, y se ha llevado siete premios. Con su último trabajo, ‘5 horas 39 minutos 25 segundos’, Rojo ha conseguido hasta ahora trece galardones, uno de los últimos en el Paris In Love Film Festival, y acaba de ser seleccionado en la sección oficial de la Semana de cine de Lugo.
Primer largometraje
Este drama de 23 minutos, inspirado en dos curiosas noticias de prensa, es el primer cortometraje que rodó en Ibiza. Los otros dos escenarios para esta historia de amor fueron Madrid y Oviedo. ‘5 horas 39 minutos 25 segundos’, explica, es la «carta de presentación» de otro proyecto más ambicioso, el que será su primer largometraje, ‘Rolling to the pink doors’, que quiere rodar entre Ibiza y Madrid. «El punto de partida de este largo es el mismo que el de ‘5 horas 39 minutos 25 segundos’, pero la historia es completamente diferente», detalla el cineasta, que es el autor de ambos guiones.
Tomás Rojo asistirá este mes de septiembre al Festival Internacional de Cine de San Sebastián en busca de financiación para ‘Rolling to the pink doors’. Pero antes de hacer realidad este proyecto, tiene otro entre manos, el cortometraje ‘Alma’, que, explica, está «en fase de preproducción» y que quedó finalista en el Concurso Internacional de Guion de Cortometrajes de Abcguionistas. El rodaje de esta historia ambientada en el metro será en Madrid. Estos son los próximos proyectos de un futbolista que sueña en un futuro dedicarse en cuerpo y alma al cine.
