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Entrevista Enric Casanova Peiró Vicepresidente de la plataforma sociosanitaria de las pitiusas

Enric Casanova: “Con el covid ha aumentado la demanda de atención psicológica”

«En la parte emocional se ha notado muchísimo la repercusión de la pandemia en los usuarios de la Plataforma Sociosanitaria, sobre todo en los niños. Nos estamos planteando reforzar el servicio de psicología porque nuestros profesionales están saturados de trabajo»

Enric Casanova. Toni Escobar

Los efectos de la crisis desatada por la pandemia del coronavirus se han notado, y mucho, en la Plataforma Sociosanitaria de las Pitiusas, una entidad que agrupa a 16 asociaciones que se dedican a trabajar con personas en riesgo de exclusión social o con algún tipo de necesidad especial. Lo explica Enric Casanova Peiró (La Font d’en Carròs, Valencia,1964), que el pasado mes de junio asumió el cargo de vicepresidente.

Lleva seis años en la junta directiva como vocal. ¿Por qué ha decidido dar un paso más y asumir el cargo de vicepresidente?

El paso lo he dado simplemente porque había una necesidad y éste es un proyecto en el que creo y que hay que sacar adelante. Todos los miembros de la junta directiva somos voluntarios y yo tengo ya una experiencia y disponibilidad porque mi horario de trabajo es flexible. Pensaba que era un momento bueno. Es una manera también de dar continuidad al proyecto del anterior vicepresidente, Antonio González, que debido a un problema de salud ya no puede ejercer esa labor.

¿Qué funciones le corresponden en este cargo?

Coordino los diferentes temas y dirijo las acciones que se llevan a cabo. La labor de dirección, coordinación y organización es relativamente sencilla. El gran trabajo de la junta directiva es la búsqueda de recursos. La finalidad de la Plataforma es ofrecer servicios y profesionales para mejorar la calidad de vida de la gente y de los usuarios de las asociaciones que están en la entidad. Hay un equipo de profesionales que se ocupa de eso y es gracias a su trabajo que la Plataforma funciona. La junta directiva interviene para pensar y diseñar nuevos servicios. Pero todo eso tiene un coste y no es moco de pavo. Por tanto, nuestra gran función es rompernos los cuernos para ver cómo podemos recaudar dinero.

Hacer frente a la pandemia y al confinamiento debe haber sido un gran reto...

La actividad durante el 2020 ha cambiado. Nos hemos tenido que reinventar con la pandemia. Durante el confinamiento estricto hemos hecho mucho servicio online y después lo hemos combinado con atención presencial. Además hemos reforzado servicios y hemos creado una vertiente en la plataforma que antes no teníamos.

«Nos hemos reinventado y hemos reforzado servicios como el reparto de alimentos»

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¿A qué vertiente se refiere?

Al reparto de alimentos. Hace mucho tiempo que asociaciones de la Plataforma como Magna Pityusa lo hacían de forma puntual, pero durante la pandemia se ha tenido que reforzar, y mucho. Nuestro servicio es complementario al de otras organizaciones como Cáritas. Repartimos alimentos frescos, como carne, pescado o frutas y verduras a familias y personas en situación de exclusión social. Además, Magna Pityusa y otras entidades de la Plataforma reparten vales para poder comprar alimentos frescos.

¿Podría decirme a cuántas familias han proporcionado alimentos?

No lo puedo cuantificar, lo que sí te puedo decir es que nadie se ha quedado sin atender. Todo el mundo que lo ha requerido ha tenido cubierto el mínimo.

¿El impacto de la pandemia en los usuarios que atiende la Plataforma Socionataria ha sido muy grande?

Sí y no solo en el aspecto económico, sino sobre todo en el psicológico. En la parte emocional se ha notado muchísimo la repercusión de la pandemia, sobre todo en los niños, que han sufrido mucho. De hecho, muchas de las actividades y talleres online que hemos hecho se han centrado en el refuerzo emocional. Nos estamos planteando reforzar el servicio de psicología porque ha habido un aumento de demanda sustancial y los profesionales que tenemos están saturadísimos de trabajo. También ha crecido la demanda del servicio de fisioterapia, porque el covid ha generado mucho estrés. De hecho, hemos pasado de tener una fisioterapeuta a tener dos, además de los que tienen las asociaciones.

¿Qué asociaciones de las que están en la Plataforma Sociosanitaria han notado más las repercusiones de esta crisis?

Sobre todo las relacionadas con el ámbito psicológico. En este sentido nos estamos planteando llevar a cabo acciones para desestresar a las familias, que en algunos casos, durante el confinamiento, se han tenido que enfrentar a verdaderas batallas campales. Un niño con una discapacidad mental no entiende que determinadas cosas no las puede hacer. Ha sido muy difícil.

Ha mencionado antes algunos de los servicios que prestan en esta entidad. ¿De cuántos profesionales disponen para llevarlos a cabo?

Tenemos una psicóloga, una logopeda y dos fisios. Y durante la pandemia se incorporó un trabajador como apoyo en materia tecnológica. Piensa que tuvimos que enseñar por teléfono a muchos usuarios cómo hacer un videoconferencia.

¿Este equipo es suficiente para las necesidades que se generan en la Plataforma?

Falta gente. Consideramos que el equipo se debería reforzar con otro psicólogo y con otro profesional del ámbito psicosocial. Es un trabajo de casar profesionales, ingresos y espacio.

¿El espacio se les queda corto?

No es que se nos quede pequeño, pero si queremos incrementar los servicios habrá que aumentar el espacio. Ahora tenemos dos fisios, una no está a jornada completa porque no cabe.

¿Qué medidas han tomado para evitar contagios de covid?

Durante la pandemia diseñamos un protocolo muy estricto. Se ha establecido un circuito con una puerta de acceso y otra de salida. Los profesionales reciben en la puerta al usuario y lo llevan a la sala donde le van a atender y entre servicio y servicio se dejan diez minutos para airear el espacio y se hace una desinfección. Además de repartir gel hidroalcohólico a troche y moche, los profesionales trabajan con su medidores de CO2 porque nuestra principal función es asegurar que sea un espacio seguro tanto para los trabajadores como para los usuarios y creo que lo hemos conseguido. No hemos tenido casi ningún contagio, de hecho solo hemos tenido una cuarentena.

Este año comenzó a funcionar en la sede de la Plataforma Sociosanitaria el Servicio de Atención Integral (SAI) a LGTBIQ+. ¿Qué otras novedades se han producido en los últimos meses?

Ahora somos 16 asociaciones porque se ha incorporado la AIF (Asociación Asperger Ibiza y Formentera).

Enric Casanova, el pasado viernes, durante la entrevista.

Antes ha mencionado que el gran trabajo de la junta directiva es la búsqueda de recursos. ¿Es complicado en estos momentos encontrar fuentes de financiación para cubrir los gastos que tienen? 

Los gastos fijos son de alrededor de 20.000 euros mensuales, lo que significa que tenemos 240.000 euros de gastos anuales. El único ingreso que tenemos fijo es el convenio con el Ayuntamiento de Eivissa, que nos permite pagar el alquiler. Las subvenciones, que nos vienen de entidades bancarias, otros consistorios, el Govern o el Consell, son competitivas. Esto tiene un problema, que no sabes cuánto dinero te van a dar ni tampoco cuándo. Uno de los ingresos que para nosotros es vital es el que viene del Consell, pero estamos en agosto y la subvención todavía no se ha convocado. ¿Tú sabes lo que significa esta incertidumbre? Acabaremos el año sin saber cuánto dinero nos da el Consell. Por eso nuestra lucha es conveniar con las instituciones servicios. Por ejemplo, queremos que el Consell convenie con nosotros la atención al autismo para que esto nos permita tener unos ingresos y asegurar los profesionales. Piensa que en un par de ocasiones hemos estado en una situación en la que la alternativa era despedir al personal.

¿Cuándo han estado en esta situación tan crítica?

Sin ir más lejos en noviembre del año pasado nos planteamos muy seriamente cerrar porque no había más ingresos. Las administraciones públicas nos debían subvenciones. El único que a día de hoy está cumpliendo es el Ayuntamiento de Ibiza, con el que ya tenemos el convenio.

¿Entonces la situación económica ahora mismo es mala?

Ahora mismo es débil porque ni el Consell ni algunos ayuntamientos han convocado las subvenciones. 

Otras de sus fuentes de ingresos son las donaciones que reciben de empresas. ¿Qué ha pasado con estos recursos tras estallar la pandemia? 

Somos una entidad de utilidad pública, por tanto, las donaciones que nos hacen desgravan a Hacienda y hay muchas empresas que contribuyen, pero, con la pandemia, se han tenido que ajustar el cinturón y las donaciones han desaparecido prácticamente. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la Plataforma Sociosanitaria organiza muchas actividades solidarias y participa en eventos como el Eivissa Medieval para generar ingresos extras y todo eso con el covid ha quedado reducido a cero. Sí que es cierto que las entidades han convocado ayudas extraordinarias por el tema de covid y algo hemos obtenido. De hecho, a día de hoy, el balance está cuadrado. Desde aquí querría hacer un llamamiento a la responsabilidad social corporativa de las empresas. La actividad económica se está retomando y lo que esta pandemia nos ha demostrado es que para poder salir de esta crisis lo tenemos que hacer entre todos. Lo que pedimos es que las empresas hagan un esfuerzo para ayudarnos porque eso supone ayudar a la gente de aquí. 

¿Reciben muchas donaciones de particulares?

Cuantitativamente las donaciones de particulares no representan mucho, pero cualitativamente, sí. Hay familias de usuarios que cuando llega fin de mes lo que ahorran lo dan a la Plataforma. 

¿Cómo se puede colaborar con esta entidad?

Pueden hacer una transferencia bancaria a nuestra cuenta corriente: ES39 2056 0015 6610 0174 0123. También pueden colaborar mediante Bizum, pulsando en la opción ‘Aportar a causa solidaria’, con el código 00723 y a través de tarjeta o Paypal en nuestra página web, plataformasociosanitaria.org. También admitimos otro tipo de donaciones, este año una fundación italiana nos ha donado una furgoneta adaptada.

«Estamos en agosto y no ha salido la convocatoria de subvenciones del Consell de Ibiza»

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¿Qué sería necesario para garantizar el futuro de la Plataforma?  

El futuro de esta entidad, que para mí es un instrumento superimportante de cohesión social, pasa porque la instituciones entiendan el trabajo de la plataforma y nos faciliten ese colchón que nos permita continuar mediante la firma de convenios, aunque sean parciales. Y, por otro, pasa también por hacer un trabajo de difusión y de concienciación social y empresarial para mostrar que nosotros formamos parte del proyecto de Eivissa. Ese es uno de los objetivos que se ha marcado la nueva junta directiva. 

¿Qué otros objetivos tienen para este mandato?

Hacer una auditoría y catalogarnos como un servicio de calidad. Por otro lado, nos planteamos ampliar la efectividad social y, de hecho, ya tenemos hecho un plan de igualdad y estamos redactando y desarrollando un plan de voluntariado porque es un elemento clave para mantener la Plataforma. 

¿Qué le llena más, su labor como político (es diputado socialista en el Parlament) o su trabajo en la Plataforma Sociosanitaria?

Son dos vertientes diferentes, que procuro separar, aunque reconozco que mi experiencia como diputado me permite muchas veces hacer cosas por la Plataforma Sociosanitaria. Para mí la parte de la Plataforma es la más social y la parte que me llena más porque es un proyecto muy basado en la solidaridad y que te devuelve rápidamente lo que das en calidad humana. 

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