El Parque de la Paz de Vila fue ayer al mediodía uno de los escenarios de las ocho ciudades españolas donde se movilizó el colectivo ecologista Extinction Rebellion, aprovechando la celebración del Día Mundial del Agua, para denunciar la privatización de los recursos hídricos en países del hemisferio sur y defender que sea un bien común.
Una docena de activistas se subió a las plataformas del estanque para representar una performance crítica con la privación del acceso al agua o con el hecho de que «el agua ha empezado a cotizar en la bolsa de Wall Street». Varias participantes, ataviadas de blanco, eran rociadas con pintura negra que representaba el petróleo.
«Las grandes corporaciones multinacionales necesitan el agua para seguir haciéndose ricas», critica el comunicado de Extinction Rebellion, que denuncia que la práctica del fraking para extraer hidrocarburos del subsuelo está provocando la privatización de recursos hídricos en diferentes países del sur. «Como ocurre con la megaminería», de manera que «envenenan millones de litros de agua con más de seiscientas sustancias químicas».
En su manifiesto de denuncia, Extinction Rebellion acusa a compañías petroleras europeas, «como Repsol, BP y Shell» de los incendios que «están devastando la Patagonia» para la extracción de gas y petróleo. Además, acusan a Aguas de Barcelona de «apropiarse ‘legalmente’ del agua de zonas indígenas en Colombia, causando la desaparición del 95% de las especies, entre otras violaciones de derechos humanos, muertes de activistas y ocupaciones de territorios para la explotación de acuíferos.
«Más de dos mil millones de personas viven sin acceso al agua potable», advierte el manifiesto de Extinction Rebellion
«Más dos mil millones de personas viven sin acceso a agua potable», alerta este colectivo. Las movilizaciones de denuncia de Extinction Rebellion y otros movimientos proteccionistas se organizaron ayer en una treintena de países.