La noche más corta del año se vivió lejos de la playa y sin hogueras en los arenales debido a la crisis sanitaria por el coronavirus. Todos los ayuntamientos de Ibiza establecieron dispositivos policiales especiales para evitar aglomeraciones en la velada de San Juan.

En el municipio de Ibiza, cuyo ayuntamiento fue el primero en anunciar el cierre de sus playas, una patrulla fija vigiló los accesos a Talamanca, ses Figueretes y Platja d'en Bossa, que se reabrirán hoy, a las 7 horas. Los policías tutores,14 voluntarios de Protección Civil y la Policía Nacional reforzaron la seguridad en estas zonas.

Sant Antoni también llevó a cabo un operativo especial de seguridad para controlar los aforos y evitar posibles incendios o aglomeraciones. Para ello, la Policía Local se reforzó con más personal y contó con la ayuda de dos equipos de voluntarios de Protección Civil, con los que se coordinaron para vigilar todas las playas del municipio, según informó ayer el Ayuntamiento. En Santa Eulària, la colaboración con la Policía Local de la agrupación de Protección Civil también fue esencial para garantizar la seguridad en el municipio, en coordinación con la Guardia Civil y los agentes de Medio Ambiente del Govern. Siete agentes patrullaron por el municipio entre las 20 y las 22 horas y diez el resto de la noche, lo que supone dos y tres agentes, respectivamente, más que lo habitual, según explicó a este diario un portavoz municipal.

La Policía de Sant Josep, por su parte, recordó que las multas por encender una hoguera podrían alcanzar los 750 euros y Sant Joan mantuvo cerrados los accesos a sus playas desde las 19 horas de ayer hasta las 8 de hoy.