El sector de la restauración de la isla de Ibiza ha arrancado este lunes la fase 1 de forma desigual ya que mientras algunos establecimientos han abierto puertas al público con el 50% de las terrazas, otros esperarán a condiciones más favorables y rentables. (Ver galería de imágenes)

Este último es el caso de los quince establecimientos de la Plaza del Parque, en el núcleo histórico de la ciudad, donde esta mañana se han reunido los propietarios y han decidido no abrir a la espera del encuentro que mantendrán el miércoles con el Ayuntamiento de Ibiza, que les permitirá ampliar sus terrazas, para poder calcular el aforo.

El presidente de la Asociación de Bares de la Plaza del Parque, Enrique Welcker Grether, ha explicado que hay locales que abrirán el miércoles, otros el viernes y otros esperarán directamente a la fase 2 "porque para gente que tenemos empleados en el ERTE no es rentable".

"Además, estamos esperando también que haya aviones que vengan de la península, porque solamente con los residentes no podemos hacer caja para poder pagar alquileres, luz, agua, empleados, seguridad social, impuestos, autónomos, es imposible", ha señalado.

Aún así, ha añadido que "hay una necesidad imperiosa de poder facturar nuevamente".

En la zona del ensanche de la ciudad, los bares que han abierto sus puertas tienen este lunes por la mañana las terrazas llenas. Uno de ellos es el bar Sa Nova Plaça, ubicado en el Mercat Nou, cuyo copropietario, Raimundo Prats, ha destacado la buena respuesta de sus clientes, que además "están respetando las medidas de seguridad".

Prats ha detallado que pese a cobrar prestaciones como autónomo o los ERTE de los trabajadores, durante los dos meses de cierre ha sufrido "pérdidas" afrontando los gastos de suministros, luz y agua, y servicios como limpieza.

Otros establecimientos tienen para este lunes por la tarde todas las mesas reservadas. Es el caso de Es Mercat, que con su terraza al 50% podrá tener un aforo de 40 clientes, a los que atenderán en tres turnos a partir de las 18.00 horas.

"Es una inmensa alegría saber que el primer día vas a abrir y que vas a tener lleno", ha detallado Jeremias Monti, uno de los cuatro socios del bar, que abrirá con cinco de sus veinte trabajadores, que se han acogido al ERTE. "A medio gas, pero contentos porque abrimos con ganas", ha indicado.

Monti ha explicado que han tenido la "fortuna" de que el préstamo ICO les llegó "temprano", con el que han podido hacer frente a pérdidas y deudas de entre 50.000 y 60.000 euros, "entre alquiler, distribuidores, producto que se ha quedado parado, producto que perdimos cuando se cerró el local de repente y personal en los últimos días".

"Fue todo tan de golpe, pero bueno, lo llevamos con optimismo. Hemos mantenido abierto el local todo este tiempo, hemos hecho delivery y nos hemos ido reinventando", ha destacado el empresario.