Un ejemplar de medusa huevo frito o medusa del Mediterráneo fue visto ayer en el puerto de Ibiza. Se trata de un animal muy común en nuestro mar y que se puede encontrar especialmente en zonas portuarias durante los meses de septiembre y octubre.

No es especialmente venenosa, aunque si uno de sus tentáculos toca la piel, generará cierto picor y escozor.

El diámetro medio de esta medusa del Mediterráneo puede variar bastante encontrándose algunas de pequeño tamaño de tan solo 20 centímetros, pero otras pueden llegar a medir más de 40 centímetros.

Es en la umbrela donde se encuentra una de las características más vistosas ya que tiene una coloración que varía desde el blanco a colores marrones claros o crema. En la parte central tiene una pequeña zona más dura que el resto del cuerpo, también circular pero que tiene un color mucho más fuerte, tornándose entre el marrón oscuro y el rojo.

Estas medusas tienen la capacidad de nadar tanto verticalmente contrayendo y expandiendo su cuerpo, como también de manera horizontal, pudiendo girar fácilmente su cuerpo para desplazarse por el mar. No suelen sumergirse demasiado, encontrándose siempre muy cerca de la superficie, aunque esto le ocasiona que las grandes mareas puedan dañarlas y llevárselas sin esfuerzo