El caso «más sangrante», a juicio de David Medina, es el que se da con los pacientes de edad media y avanzada: «Les ofrecen un tipo de seguro que, según afirman en su página web, cubre las enfermedades preexistentes. Pero cuando te sacas un seguro de viaje, cualquiera, sea bueno o malo, siempre, en la primera cláusula, se advierte de que las enfermedades previas no están cubiertas». Si un cardiópata británico sufre un empeoramiento de su situación durante el viaje a Ibiza, «eso no está cubierto. Sólo se cubren accidentes y enfermedades sobrevenidas en ese momento y por primera vez», afirma: «La gente mayor con patologías previas ve ese gancho comercial y, automáticamente, lo contrata. Piensan que están asegurados, pero si les pasa algo se topan con que no tienen ese tipo de asistencia en la isla. O les asisten y luego lo tienen que pagar de su propio bolsillo. O se mueren esperando un traslado a un hospital adecuado o a su país».