Hay dos palabras que definen el éxito de Can Jordi: pasión y testarudez. La pasión por la música en vivo de Vicent Jordi y su testarudez por negarse a renunciar a ella, al pasarse media vida en la tienda. El primer concierto tuvo como protagonista a Miquel Prats, Botja, hace veinte años, y le siguió el mítico Dave Jeffs. Desde hace quince hay actuaciones regulares los viernes y los sábados, y ahora también los miércoles, más íntimos y acústicos. Can Jordi ha generado nuevas bandas, ha impulsado álbumes y ha insuflado nueva vida al microcosmos, hasta hace poco moribundo, de los grupos locales. Por su inexistente escenario han desfilado desde los británicos Ben Howard y Andy Taylor al rockero califoniano Jonny Kaplan, pasando por los bluesman Albert Cooper y JeConte, o el argentino Ariel Rot. En 2017 el Consell Insular le otorgó el Premio al Mérito Ciudadano.