La Guardia Civil investiga la brutal paliza que, presuntamente, propinó un vigilante de seguridad privada de un establecimiento de Sant Antoni a un ibicenco de 21 años el pasado viernes. Un primo de la víctima, que también estuvo implicado en la trifulca, también ha denunciado esta agresión, originada, según las víctimas, por una discusión por el pago de una ronda de chupitos.

Ambas denuncias fueron interpuestas en la comisaría de Ibiza, pero han sido remitidas al Instituto Armado. Tras conocer el caso, agentes del cuartel de ses Païsses, en Sant Antoni, están tomando declaraciones a los afectados así como a testigos para esclarecer lo ocurrido, según informó ayer a este diario un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Balears.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes, a las 21.30 horas, en un establecimiento situado en el carrer des Molí. El joven estaba con unos amigos en la zona VIP cuando se les acercaron dos camareras para invitarles a una ronda de chupitos, según declararon los dos denunciantes ante la Policía Nacional. A pesar de que les habían dicho que los chupitos eran gratis, el jefe de seguridad, por su parte, les insistió «por segunda vez de manera agresiva que debían pagar y, ante la situación de tensión que se estaba formando», uno de los cuatro amigos que había bebido un chupito dijo que pagaría lo que le pedían para no tener problemas. Finalmente, pagaron 40 euros por cuatro chupitos. Como consecuencia, el responsable de seguridad privada le pegó «dos bofetadas fuertes en la cara, le agarró con el brazo por el cuello con la maniobra de estrangulación 'mataleón', asfixiándole mientras le golpeaba con la rodilla en los riñones».

A continuación, se aproximaron tres vigilantes más y, el jefe por delante le empezaron a golpear «de manera indiscriminada, pegándole puñetazos en el abdomen, costillas y pecho, mientras otro lo tenía levantado por el cuello a peso, casi ahogándolo».

El primo del primer denunciante también resultó herido, según denunció en comisaría. Cuando se interpuso entre su primo y el vigilante de seguridad privada para evitar la pelea, otro trabajador, a quien no le pudo ver porque estaba protegiéndose la cara con los brazos, le agarró por el cuello con el antebrazo y lo arrojó al suelo y le propinaron patadas en todo el cuerpo. Este segundo agredido acudió a urgencias y en el parte de lesiones figuran varias contusiones en la cara, brazos y espalda.