El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, confirmó ayer en Ibiza la aceptación por parte del Gobierno central del proyecto alternativo a la línea de alta tensión que pretendía acometer Red Eléctrica (REE) a través del paraje de es Fornàs, de alto valor ecológico. Pons también dio los detalles de esa propuesta que plantea tres actuaciones para llegar al mismo resultado: ampliar el suministro a Sant Antoni, aunque con un consumo de territorio mucho menor.

Pons calcula que se podría empezar a ejecutar este proyecto alternativo «a mediados de 2019», una vez completada la tramitación. Así, explicó que el Gobierno ya trabaja en una modificación puntual de la actual Planificación Energética 2015-2020, que estará lista antes de acabar el año, en la que se suprime el polémico tendido aéreo de es Fornàs para introducir la alternativa. El conseller prevé que en unos dos meses se emitirá un mandato ejecutivo a REE con la orden de diseñar esta alternativa con la anotación de 'máxima prioridad'. La redacción del proyecto ejecutivo podría llevar luego en torno a un año.

Según detalló, el cambio propuesto supone desplegar, por una parte, un nuevo cable subterráneo desde Vila hasta Platja d'en Bossa. A su vez, se ampliará la subestación de Sant Jordi en unos 20.000 metros cuadrados, más del triple de lo que ocupa ahora. En paralelo, se van a repotenciar los tendidos aéreos desde esta subestación a Sant Antoni y las que parten de Vila hasta Portmany, con lo que «un tercio» de las torres eléctricas de estas líneas tendrán que aumentar su altura «entre uno y dos metros» más, según concretó el director general de Energía, Joan Groizard, aunque en el dosier de prensa se eleva ese aumento a «entre tres y cinco metros».

El conseller añadió que «ya se han dado los principales pasos administrativos» para incorporar los cambios a la planificación de la red eléctrica estatal, una «victoria» por la que Pons sacó pecho: «No nos hemos limitado al no», sino que el Govern ha presentado una alternativa aceptable para todas las partes, que se ha diseñado en colaboración con REE, a la que Pons agradeció «su predisposición».

El conseller añadió que aunque este proyecto sale «un poco más caro», por el tramo de cable subterráneo previsto, eso no supondrá gastar «ni un solo euro local ni autonómico». «Nos hemos rascado los sesos», no el bolsillo, comentó.

Pons resaltó la «colaboración eficaz» de las administraciones implicadas, que actuaron después de que los vecinos les «abrieran los ojos» sobre la envergadura del proyecto de es Fornàs. También agradeció la solidaridad de los ayuntamientos de Ibiza, Sant Antoni y Sant Josep, que asumirán el impacto que supone la alternativa.