Cincuenta pequeños artistas ejercieron ayer como ayudantes de Keith Haring en el primero de los talleres artísticos del verano en La Nave de ses Salines, dirigido por el grafitero Hosh. Los niños estuvieron pintando sobre la obra del desaparecido artista norteamericano que envuelve por completo la sala principal de La Nave, llenando de color con sus rotuladores, lápices y ceras los huecos blancos entre los motivos pop de Haring.

Asistieron niños de diferentes nacionalidades de edades entre los veinte meses y los ocho años, que no dudaron en enseñar su talento. Una de las condiciones del taller fue que los padres debían quedarse para supervisar a los niños, pero no impidió que también disfrutasen de la actividad mientras ayudaban a los pequeños, hablando con otros padres, haciendo fotos o simplemente estando en un lugar «fresquito».

A pesar de que las familias iban preparadas para un día de playa, los niños prefirieron quedarse en el taller pintando.

Los visitantes quedaron fascinados por la obra del artista que envolvía el interior de la nave con líneas negras sobre un fondo blanco, junto a otras obras de colores vivos que se exponían en las paredes.

La sala se llenó en menos de una hora y los niños que seguían llegando intentaron encontrar un espacio donde poder pintar entre la multitud.

Pequeños artistas

Los organizadores dividieron el taller en dos partes para hacerlo más sencillo. La primera consistió en repartir a cada grupo de niños tres bocetos en papel de Keith Haring para que lo dibujasen y se fueran familiarizando con ese estilo. Y, en la segunda, pasaron de uno en uno por una mesa donde se encontraba Hosh y su equipo, quien ayudaría a los pequeños a plasmar sus dibujos en una camiseta por medio de la serigrafía artesanal, reproduciendo la iconografía de Keith Haring. «Es para hacer un tributo al artista Keith Haring y que los niños conozcan un poco más su obra. Con las camisetas inmortalizarán este momento, mejor que llevándose una simple hoja», explica el grafitero ibicenco Hosh.