El estudio científico encargado por el Consell como aval de la propuesta delimita una primera zona, la de aguas interiores, entre s'Argamassa y Cala Sant Vicent, mientras que la que incluye las aguas exteriores se extendería hasta la punta des Moscarter, junto a Portinatx.

Dentro de este perímetro se seguirá permitiendo la pesca deportiva, aunque con las restricciones propias de las reservas, y la profesional con artes menores. Aunque también prevé un periodo de veda de tres meses en invierno y un área de protección integral que sirva de vivero desde el que se extiendan las poblaciones de peces a los caladeros.

Las especies que representan el mayor potencial de capturas son la roja, la rascassa, la sepia, la cerviola o la langosta, aunque se prevé que también sirva para recuperar la presencia del mero, ahora escaso en la zona.